You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
iniciativas de desarrollo sostenible, el progreso real en los temas más urgentes y
apremiantes sigue siendo cuestionable. Tal vez una de las razones por las que el
desarrollo sostenible todavía no ha cumplido su promesa inicial sea que el concepto se
ha vaciado de contenido radical y se utiliza como una cortina de humo ideológica para
promover proyectos insostenibles. En resumen, lo que pasa por ser desarrollo sostenible,
en la práctica «ni es sostenible ni es desarrollo» 24 .
Otros críticos están en desacuerdo con el concepto en sí mismo. Puesto que se creó en
el conservacionismo y en las políticas ambientales occidentales, hay un sesgo inherente a
favor del problema de la protección del medio ambiente en el mundo industrializado, en
lugar de estar a favor de la preocupación central del mundo en desarrollo, que es
eliminar la pobreza material. Esto da lugar al espectáculo poco edificante de unos
gobiernos occidentales que castigan a los países en desarrollo por su falta de protección
de las selvas tropicales y los arrecifes de coral, mientras que Occidente sigue
derrochando recursos. A la inversa, los países en desarrollo protestan porque los niveles
propuestos de emisiones de gases de efecto invernadero no tienen en cuenta el hecho de
que, en los países ricos, la mayoría son «emisiones de lujo» (como las producidas por los
automóviles particulares), mientras que en los países más pobres son «emisiones de
supervivencia» dirigidas al desarrollo económico que tanto necesitan. Disputas como
esta pueden mostrar que la sostenibilidad y el desarrollo son objetivos incompatibles.
Relevancia actual
El desarrollo sostenible es un concepto muy fácil de criticar. Es ambicioso hasta el punto
de ser una utopía, un intento de resolver los problemas que en la actualidad son más
difíciles de solucionar. Sin embargo, es mejor considerar el desarrollo sostenible como
un proceso continuo, y este es el proceso que realmente importa. También existen pocas
alternativas, o ninguna seria, que atraigan a un abanico tan amplio de personas,
gobiernos y organizaciones no gubernamentales. Además, se da el caso de que algunas
de las críticas más mordaces provienen de dentro y no de fuera. El informe de los
Ecosistemas del Milenio, Estamos gastando más de lo que poseemos del año 2005, es un
buen ejemplo, pues expone el escaso progreso realizado hasta la fecha y propone a los
gobiernos nacionales que hagan más. Mientras este tipo de autocrítica inflexible
continúe, el desarrollo sostenible probablemente conservará su posición preeminente
todavía por algún tiempo.
Una forma de desarrollo económico que también puede ser sostenible es el turismo,
especialmente si se compara con la producción industrial y la contaminación que
conlleva. Aunque el turismo tiene sus propios impactos ambientales, Mbaiwa y
Stronza 25 analizan la posibilidad del «ecoturismo» en los países en desarrollo. El
ecoturismo se basa en tres principios: la eficiencia económica, la equidad social y la
sostenibilidad ecológica. No obstante, muchas empresas turísticas son de propiedad
84