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Complejidad al generar un equilibrio de seguridad trilateral en América del Norte 337<br />

vían voluntarios al campo de batalla tienen una relación muy diferente<br />

con sus superiores políticos, a diferencia de las fuerzas armadas cuyos<br />

políticos tienen que razonar con una nación sobre el por qué no puede encontrar<br />

suficientes voluntarios y por lo tanto tienen que forzar a los hijos<br />

de la nación a ir a la línea de fuego, en contra de su propia voluntad. Si los<br />

políticos fallan al vender la guerra a un público desalentado, o si hay una<br />

percepción por parte de los altos mandos militares de que las autoridades<br />

civiles les han fallado en liderar una guerra, que se percibe que se está<br />

llevando a cabo a espaldas del personal reclutado, se puede hacer un daño<br />

permanente a la confianza que las fuerzas armadas han depositado en<br />

sus jefes políticos. Un ejemplo por excelencia son las consecuencias que se<br />

tuvieron cuando las fuerzas armadas percibieron el fracaso del liderazgo<br />

político estadounidense durante la Guerra de Vietnam. 3 Canadá nunca<br />

ha sufrido una pérdida de confianza de tal proporción; por consiguiente,<br />

el profesionalismo de las Fuerzas Canadienses –en lo que respecta a su<br />

clara sumisión hacia autoridades civiles– nunca se ha puesto en riesgo.<br />

De esta forma, los oficiales de las Fuerzas Canadienses admitirán que la<br />

clara subordinación hacia las autoridades civiles se les inculca incesantemente<br />

desde el primer día. En contraste, el liderazgo civil estadounidense<br />

se ha percibido, para bien o para mal, como demasiado intrusivo<br />

en cuanto a asuntos militares, un problema que no se ha contagiado a las<br />

relaciones cívico-militares de Canadá. Aunque ambos, Canadá y Estados<br />

Unidos, tengan un liderazgo civil subjetivo, Canadá es más “profesional”<br />

en el sentido de que se ha mantenido menos afectado por lo que Feaver 4<br />

comparó como el agente principal de los problemas en las relaciones cívicomilitares.<br />

Puede encontrarse evidencia empírica en apoyo a este hueco<br />

cívico-militar, en la encuesta sobre las actitudes políticas entre los cuerpos<br />

de oficiales de los Estados Unidos realizada por el mismo autor, que<br />

contrasta crudamente con los descubrimientos de la encuesta de Okros,<br />

Hill y Pinch, 2008 realizada a oficiales canadienses.<br />

Segundo, las fuerzas armadas estadounidenses y canadienses tienen<br />

un concepto diferente de su misión. Por más reduccionista que esta ase-<br />

3 Ver Summers, Harry G., On Strategy: A Critical Analysis of the Vietnam War. Dell Publishing, New<br />

York, 1984; McMaster, H.R. Dereliction of Duty: Lyndon Johnson, Robert McNamara, The Joint<br />

Chiefs of Staff, and the Lies that Led to Vietnam. Harper Perennia, New York, 1998.<br />

4 Ver Feaver, Peter D., Armed Servants: Agency, Oversight, and Civil-Military Relations. Harvard University<br />

Press, Cambridge, 2003.

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