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justicia política - Biblioteca Digital Universidad de San Buenaventura

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Luis Fernando Benítez Arias<br />

lectual <strong>de</strong>l Medioevo. La discusión parte aristotélicamente así: existe algo siendo<br />

mayor a la inteligencia y esto es el pensamiento; con respecto a la inteligencia,<br />

si ella es una fuerza, un po<strong>de</strong>r, es por consiguiente, porque el conocimiento<br />

conscientemente conoce, <strong>de</strong> este modo, la inteligencia, pero si ésta es po<strong>de</strong>rosa,<br />

se piensa ella misma. Se tiene entonces, que el pensamiento tiene él mismo a él<br />

mismo por toda la eternidad129 humano. Esta misma visión la transferimos aquí para <strong>de</strong>cir que en la problemática<br />

<strong>de</strong> la pru<strong>de</strong>ncia o provi<strong>de</strong>ncia, el tema así puesto hizo parte <strong>de</strong> la búsqueda<br />

intelectual <strong>de</strong>l medioevo. La discusión parte aristotélicamente así: existe algo siendo<br />

mayor a la Inteligencia y esto es el pensamiento; con respecto a la inteligencia, si<br />

ella es una fuerza, un po<strong>de</strong>r, es por consiguiente, porque el conocimiento<br />

conscientemente conoce, <strong>de</strong> este modo, la inteligencia, pero si ésta es po<strong>de</strong>rosa, se<br />

piensa ella misma. Se tiene entonces, que el pensamiento tiene él mismo a él mismo<br />

por toda la eternidad. .<br />

Comentando este pasaje <strong>de</strong> la Metafísica <strong>de</strong> Aristóteles, W. David Ross nos<br />

sugiere cómo la fuerza <strong>de</strong>l argumento se centra en la palabra:<br />

207<br />

1<br />

Comentando este pasaje <strong>de</strong> la Metafísica <strong>de</strong> Aristóteles, W.David Ross nos<br />

sugiere como la fuerza <strong>de</strong>l argumento se centra en la palabra: Con esta<br />

fuerza propia, la razón se pue<strong>de</strong> conocer: ser su propio objecto y lo más supremo:<br />

conocer los otros, es esto, a los ojos <strong>de</strong> Ross, la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> este principio el cual<br />

bién pue<strong>de</strong> llamarse «divino» es <strong>de</strong>cir, su conocimiento es un conocimiento <strong>de</strong>l<br />

conocimiento. 2 Con esta<br />

fuerza propia, la razón se pue<strong>de</strong> conocer: ser su propio objeto y lo más supremo:<br />

conocer los otros, es esto, a los ojos <strong>de</strong> Ross, la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> este principio el<br />

cual bien pue<strong>de</strong> llamarse «divino» es <strong>de</strong>cir, su conocimiento es un conocimiento<br />

<strong>de</strong>l conocimiento<br />

Debemos retener para nuestro interés es la fuerza <strong>de</strong> concentración o<br />

repliegue <strong>de</strong> esta imagen <strong>de</strong>l conocimiento cuya acción es propia a la divinidad<br />

misma, a la mente misma y no obe<strong>de</strong>ce a una fuerza <strong>de</strong> cambio, <strong>de</strong> transformación<br />

venida <strong>de</strong> afuera. Caracteriza esta realidad <strong>de</strong>l conocimiento la capacidad <strong>de</strong><br />

originar un movimiento, un cambio a cualquier cosa. A la luz <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong> Juan<br />

Damasceno diremos: el ser general conce<strong>de</strong> al ser especial un movimiento, siendo<br />

este el <strong>de</strong> la pru<strong>de</strong>ncia.<br />

No olvi<strong>de</strong>mos el objectivo <strong>de</strong> esta exposición <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> Aristóteles:<br />

<strong>de</strong>scubrir aquella i<strong>de</strong>a tenida en algunos pensadores <strong>de</strong>l medioevo, quienes<br />

sostenían: Dios no pue<strong>de</strong> ser reconocido en la creatura individual, sola. Visto el<br />

1<br />

ARISTOTELES, Metafisica, XII, 9, 1074b15-1075a10 :<br />

<br />

<br />

<br />

2<br />

W. D. ROSS, Aristotle’s Metaphysics, vol. II, Oxford, at The Clarendo Press, 1958, p. 397-<br />

398.<br />

130 humano. Esta misma visión la transferimos aquí para <strong>de</strong>cir que en la problemática<br />

<strong>de</strong> la pru<strong>de</strong>ncia o provi<strong>de</strong>ncia, el tema así puesto hizo parte <strong>de</strong> la búsqueda<br />

intelectual <strong>de</strong>l medioevo. La discusión parte aristotélicamente así: existe algo siendo<br />

mayor a la Inteligencia y esto es el pensamiento; con respecto a la inteligencia, si<br />

ella es una fuerza, un po<strong>de</strong>r, es por consiguiente, porque el conocimiento<br />

conscientemente conoce, <strong>de</strong> este modo, la inteligencia, pero si ésta es po<strong>de</strong>rosa, se<br />

piensa ella misma. Se tiene entonces, que el pensamiento tiene él mismo a él mismo<br />

por toda la eternidad. . Debemos retener para nuestro interés es la fuerza <strong>de</strong> concentración<br />

o repliegue <strong>de</strong> esta imagen <strong>de</strong>l conocimiento cuya acción es propia<br />

a la divinidad misma, a la mente misma y no obe<strong>de</strong>ce a una fuerza <strong>de</strong> cambio,<br />

<strong>de</strong> transformación venida <strong>de</strong> afuera. Caracteriza esta realidad <strong>de</strong>l conocimiento<br />

la capacidad <strong>de</strong> originar un movimiento, un cambio a cualquier cosa. A la luz<br />

<strong>de</strong>l texto <strong>de</strong> Juan Damasceno diremos: el ser general conce<strong>de</strong> al ser especial un<br />

movimiento, siendo este el <strong>de</strong> la pru<strong>de</strong>ncia.<br />

No olvi<strong>de</strong>mos el objetivo <strong>de</strong> esta exposición <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> Aristóteles:<br />

<strong>de</strong>scubrir aquella i<strong>de</strong>a tenida en algunos pensadores <strong>de</strong>l Medioevo, quienes sostenían:<br />

Dios no pue<strong>de</strong> ser reconocido en la creatura individual, sola. Visto el pasaje<br />

aristotélico, <strong>de</strong>bemos saber si este movimiento <strong>de</strong> repliegue tiene como objeto<br />

un objeto com-puesto o idéntico consigo mismo, pues un objeto in-material es<br />

idéntico con el sujeto y en el caso presente es un objeto <strong>de</strong> razón; hace también<br />

parte <strong>de</strong> este cuestionamiento, la inquietud si la transición o el cambio es posible<br />

en este tipo <strong>de</strong> pensamiento puro.<br />

La sín-tesis con mira en la búsqueda <strong>de</strong> la respuesta al cuestionamiento prece<strong>de</strong>nte<br />

supondría un metabolismo, un cambio al interno yendo <strong>de</strong> una parte o<br />

129 aRisTóTeles, Metafisica, XII, 9, 1074b15-1075a10:<br />

1<br />

Comentando este pasaje <strong>de</strong> la Metafísica <strong>de</strong> Aristóteles, W.David Ross nos<br />

sugiere como la fuerza <strong>de</strong>l argumento se centra en la palabra: Con esta<br />

fuerza propia, la razón se pue<strong>de</strong> conocer: ser su propio objecto y lo más supremo:<br />

conocer los otros, es esto, a los ojos <strong>de</strong> Ross, la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> este principio el cual<br />

bién pue<strong>de</strong> llamarse «divino» es <strong>de</strong>cir, su conocimiento es un conocimiento <strong>de</strong>l<br />

conocimiento. 2 Debemos retener para nuestro interés es la fuerza <strong>de</strong> concentración o<br />

repliegue <strong>de</strong> esta imagen <strong>de</strong>l conocimiento cuya acción es propia a la divinidad<br />

misma, a la mente misma y no obe<strong>de</strong>ce a una fuerza <strong>de</strong> cambio, <strong>de</strong> transformación<br />

venida <strong>de</strong> afuera. Caracteriza esta realidad <strong>de</strong>l conocimiento la capacidad <strong>de</strong><br />

originar un movimiento, un cambio a cualquier cosa. A la luz <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong> Juan<br />

Damasceno diremos: el ser general conce<strong>de</strong> al ser especial un movimiento, siendo<br />

este el <strong>de</strong> la pru<strong>de</strong>ncia.<br />

No olvi<strong>de</strong>mos el objectivo <strong>de</strong> esta exposición <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> Aristóteles:<br />

<strong>de</strong>scubrir aquella i<strong>de</strong>a tenida en algunos pensadores <strong>de</strong>l medioevo, quienes<br />

sostenían: Dios no pue<strong>de</strong> ser reconocido en la creatura individual, sola. Visto el<br />

1<br />

ARISTOTELES, Metafisica, XII, 9, 1074b15-1075a10 :<br />

<br />

<br />

<br />

2<br />

130 W. W. D. D. Ross, ROSS, Aristotle’s Metaphysics, vol. vol. II, II, Oxford, Oxford, at The at The Clarendo Press, Press, 1958, 1958, p. 397-398.<br />

p. 397-<br />

398.<br />

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