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CÉSAR FoRMS VAQUERO APROXIMACIÓN A LA HISTORIA ...

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La siasis argiva 299<br />

uno~ 9k Se trata, pues, de un claro ejemplo de lealtad al individuo, al hegemon, quien<br />

les puede proveer con el tan necesario misMos. vital para pueblos cuyos territorio era<br />

escasamente productivo98. Sin duda Alcibíades dittindió a través de sus contactos en<br />

Argos la promesa de un cuantioso botín (kerdos) obtenido con la dominación de la isla,<br />

de forma similar a como se lo hizo comprender a sus conciudadanos atenienses que<br />

votaron la partida de la expedición. De ahí el miedo que los atenienses tenían a que la<br />

llamada de Alcibíades para responder a las acusaciones de parodiar los Misterios<br />

eleusinos y profanar las Hermas pudiera desembocar en la retirada de los contingentes<br />

mantineo y argivo (VI,6l,5).<br />

Al abrigo de esta interpretación y aunque elIlos proponente(s) del decreto se han<br />

perdido, puede argúirse con verosimilitud que se trataba de Alcibíades, principal<br />

baluarte y defensor de la entente con los argiv 3599• El carácter defensivo del acuerdo<br />

responde a las necesidades de uno y otro bando. La oportunidad de vencer a Esparta en<br />

tierra que se había presentado en 420, se había perdido en los campos arcadios y con<br />

ella y la stasis interna posterior, Argos había nifrido un notable debilitamiento en su<br />

poder militar. Por su parte, en Atenas la estrella de Alcibíades no declinaba, pero su<br />

~ VII,5’7,9. El que Tucídides prácticamente identifxc¡ue a los hoplitas argivos con mercenarios como<br />

los mantineos, quienes sí son designados propiamente ccmo ¡naO~6poi, hace poco probable que estas<br />

tropas fueran pagadas por el estado argivo, hecho por el cual también podrían ser denominados<br />

m¡s¡hophoroi, es decir, en su acepeión de cobrar el misihos o paga por el servicio militar del mismo<br />

modo que ocurría en Atenas. Previamente (VI,43) el hi;toriador no se refiere a las fuerzas argivas ni<br />

como mercenarias ni respondiendo a obligaciones de traudo, sino que se ¡imita a colocarlas entreambos<br />

tipos de contingentes.<br />

Véase D. PLÁcrno, ‘La tenninología de los contingentes militares atenienses en la Guerra del<br />

Peloponeso. Entre las necesidades estratégicas y la evolución social e ideológica’, Lexis 11, 1993, 99.<br />

Véase el comentario a ¡0 12 96; MFRflT, op.cU. (n. 93), 125 ha señalado que esta asunción no<br />

tiene que ser necesariamente correcta y ha apuntado otra posibilidad, bastante menos plausible según ¿1<br />

mismo reconoce: que fueran los ouyypa~tc los promotores del decreto. Por su parte, ANDREWES-<br />

DovER HCT Vlfl,73,3 no excluyen que Hipérbolo, en su afán belicista y como opositor a la Paz de<br />

Nicias. se alineara con Alcibíades para obtener de la Asiublea la firma del tratado.

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