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CÉSAR FoRMS VAQUERO APROXIMACIÓN A LA HISTORIA ...

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Corinto en la Guerra Arquidómica 71<br />

los especialistas en reconocer la falta de medios técnicos de los griegos en el campo de<br />

la poliorcética para emprender el asalto de una ciudad con esperanza de tomarla; incluso<br />

una ciudad de poca entidad o con escasas defunsas, un pequeño número de hombres<br />

podía defender con éxito el lugar contra un ejército muy superior, circunstancia por la<br />

que raramente se intentaron asaltos hasta la llegada de las innovaciones macedónicas 2t<br />

Los straregoi atacantes sólo podían recurrir a la sorpresa o a la traición, en este caso<br />

mediante el contacto en secreto con alguna facción interna que abriera las puertas de la<br />

ciudad. No tenemos razones para creer que esto último sucediera en Epidauro, según<br />

imagina sin base alguna F . E. Adcoclc?4, mientras que la sorpresa habría quedado<br />

anulada por la previa devastación de la campiña. A pesar de estos problemas, son varios<br />

los historiadores modernos que sostienen que Pendes intentó verdaderamente tomar<br />

Epidauro, si bien distinguen diferentes motivac:iones2t<br />

Más convincentes encontramos los argumentos que apuntan a que la expedición<br />

a Epidauro no se apartó de la estrategia teóricamente defensiva de Pendes que tenía su<br />

principal arma ofensiva en el uso de la fioti para ataques rápidos y conos sobre<br />

23 Véae, mier alía, Y. GAR<strong>LA</strong>N, “Fortifications ot histoire grecque”, en ¿LP. VERNANT (ed.),<br />

Pro blénies de la guerre en Gréce ancienne, París 1968, 245-60; Id., Recherches depoliorcé¡iquegrecque,<br />

París 1974, 125-34; P. AYMARD, “Remarques sur la poliorcétique grecqiie”, ilzudes d’Archéologie<br />

Classique 2, 1959, 3-15, esp. 5-7, destaca cómo el ethcs hoplítico no favorecía el asalto con máquinas<br />

bélicas hasta bien entrado el siglo IV; últimamente .1. OnER, “Hoplites and Obstacles”, en V.D. HANSON<br />

(cd.), Hophtes: ¡he Classical Greek Batile Experiene?. Londres-Nueva York 1991, 180-8, que se<br />

concentra en las terribles contingencias que el hoplita había de encarar en el asalto, seaéste emprendido<br />

por encima, debajo o a través de los muros de la ciudad.<br />

24 CALI V, 200.<br />

~ Además de Adcock (cf. n. anterior), H. DELBRUX, Die Sirategie des PeriMes, Berlín 1890, 121<br />

st. G. BUSOLT, Griechische Gesch.ich¡e III: 2, Gota 1893-1904, 945; H.T. WADE-GERY, OC))’, 1069;<br />

BRUNT, “Spartan Policy...”, 271 parece sugerir tambi6¡ un serio intento; GOMME HCTII,56,4 destaca<br />

la relación con Argos y el factor de elevar la moral ateniense; D.M. Li~ws, CALI V2, 398 no cree que<br />

Pendes pensara en Argos, sino en colocar a Epidauro como “un punto más en la cadena de puestos<br />

atenienies a través del Golfo Sarónico y en las vías orientales de acceso a Corinto, extendidas a Egina<br />

en 431”. ALONsO TRoNcoso, NP/GP, 176-7 rechaza igualmente la conexión argiva.

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