12.05.2013 Views

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

perdonar <strong>el</strong> desarreglo y la curiosidad. Alimentación, dinosaurios,<br />

p<strong>el</strong>ículas, autoridad d<strong>el</strong> subconsciente programable o reacciones<br />

instintivas apañadas, son temas suficientes como para no solicitar todavía<br />

más, por muy orientables que sean. Acumular interrogantes sin resolver<br />

como indecisiones sin decidir, carga <strong>el</strong> equipaje con incertidumbre,<br />

inseguridad e inestabilidad y la vida se hace pesada y aburrida.<br />

Intentaba <strong>el</strong> escudero ordenar la curiosidad con <strong>el</strong> entendimiento<br />

cuando dos cazabombarderos que habían despegado de Torrejón<br />

volaban en dirección a Zaragoza produciendo un ruido ensordecedor a<br />

su paso; deben de estar entrenándose para <strong>el</strong> desfile nacional que<br />

sucederá en un futuro próximo que sí existe. Ante <strong>el</strong> bramido atronador<br />

de los aviones, parece que Sancho pasó a reaccionar instintivamente;<br />

olvidó los temas físicos, metafísicos y marciales con los que se estaba<br />

ilustrando y se puso a gritar: «¡Es <strong>el</strong> fin d<strong>el</strong> mundo, la vida se acaba aquí!<br />

¡Esto es tan real que le juro que no volveré a pensar en que son artificios<br />

que se inventa <strong>el</strong> druida arábigo sino que en la realidad de Matrix<br />

suceden cosas reales y cosas aparentes que con ingenio y sentido común<br />

conseguiré diferenciar; también juro que pensaré que la extinción está<br />

más cerca de lo que notaba y no volveré a interrumpir una decisión con<br />

paridas como las patadas chinas!» La cara de Sancho se puso roja, o por<br />

hilvanar frases tan largas sin respirar en una coma o por <strong>el</strong> pánico que<br />

sentía ante la consciencia de la extinción que creía inminente. <strong>El</strong> cariño<br />

de don Quijote sabrá acompañar al escudero a través de las respuestas<br />

que solicita.<br />

—Respira y cálmate Sancho —dijo don Quijote intentando<br />

tranquilizar al escudero—. Imagínate que esto es una p<strong>el</strong>ícula como la de<br />

anoche y que nada puede pasarnos de momento. Como sabes, todo<br />

termina bien porque hasta <strong>el</strong> palo que creíste recibir a la salida d<strong>el</strong> cine<br />

no te ha causado ni un solo chichón o rasguño. Aunque este ruido existe<br />

realmente, es tan pasajero y ofensivo que verás cómo desaparece tan<br />

rápido como apareció. La prisa hace mucho ruido y ciertos sapiens están<br />

controlados por aparatos que siempre tienen mucha prisa. ¿Ves cómo ya<br />

se oye a lo lejos y se vu<strong>el</strong>ven a escuchar los cantos de los mirlos y los<br />

cuervos? No ha pasado nada, sólo dos aviones molestos. ¿Quieres dar un<br />

paseo por la floresta?<br />

—Pero ¿dónde vamos a ir sin nuestros compañeros de andanzas?<br />

—¡Levántate y anda que si no, esas hermosas piernas van a flaquear<br />

de sorpresas o de debilidades! Mover un poco <strong>el</strong> abdomen facilitará que<br />

181

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!