El César vs. el Estado

la de reunirse con Fusa y ha subido a buscarla, la ha cogido, abrazado,
«espachurrado», besado y bajado consigo. Afuera ha dejado una noche
«pura» en la que todo parece en paz. Una brisa tan leve que sólo hace
cosquillas a las hojas cogidas todavía a las ramas por su cordón umbilical,
hace que los árboles se pongan a hablar y el aire se encarga de trasladar
sus palabras de olmos a acacias, de tomillos a lavandas y de caléndulas a
gazanias. Una fina capa de nubes bajas se movía hacia el este al ritmo de
la brisa que las empujaba. Encima de ellas, como detrás de cortinas de
gasa de seda, se veían la Luna Llena y las más brillantes estrellas. De
nuevo en la habitación sigue leyendo feliz pero del ordenador.
Afortunadamente para todos, el viejo ha vuelto a estar aquí
cuando las turistas civilizombis empezaban a hacer estragos. Así que
he colocado delante las láminas de los esclavos amanerados y
teniéndolas presentes, he empezado la charla. Lo primero que le he
preguntado ha sido la confirmación de una investigación que he
hecho durante la visión del cómic pero he olvidado preguntarle por la
cita en griego. Ahora que me acuerdo, el viejo no está en presente así
que Gnothi Seauton será una de tantas cosas que se quedan en el
tintero debido a la Ley de la Causalidad. «Un protón sin descifrar no
tiene por qué ser esencial.» No sé si esto es una justificación de mi
desgana o si como realmente siento, después de las tres primeras
viñetas, dan igual citas latinas que helenas. [Beati pauperes spiritu:
Bienaventurados los que saben pasar sin los bienes de este mundo. Ver
Mateo 5, 3. Además de artistas, los creadores era/es eruditos. ¡Qué citas
más sintonizadas! ¿Serán por casualidad?]
—A menos que me equivoque —menuda idiotez comencé a decir
porque si me equivoco ¿para qué decir?—, en todas las viñetas que
aparece más de un esclavo, uno o más son hispanos excepto cuando
después de manumitidos, se forma un grupo de piratas entre los que
no hay ningún ibero. Los hispanos son los que hacen los comentarios
sustanciosos y los que mantienen un garbo propio que no es propio
de zombis. Hasta cuando lo ponen a tirar de la cuerda, protesta por
la inutilidad y por la mierda de sueldo que ni les dan.
—Tienes razón Eugenia —me confirmó el viejo— pero si quieres
saber el porqué, sólo ellos te podrían responder.
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