El César vs. el Estado

—¡No seas simple señor caballero que si no te van a perder el
respeto! No me estaba refiriendo a la materia que se carbonice en los
crematorios sino al pasotismo generalizado de los que sufren los efectos
de las incineraciones. He sido testigo de demasiados Autos de Fe en los
que la democrática autoridad de la iglesia quemaba a mujeres y varones,
religiosas y seglares, nobles y gentiles; he sido testigo de cómo don
Quijote acometía a este poder ominoso ejercido por esos chulos con
levita y matones con báculo y jamás lo he abandonado; he sido testigo de
la pasividad del pueblo que cuando se convierte en simple espectador
que consiente amaneradamente todo lo que le echan en las narices, los
ojos, las orejas, el buche, la piel o la mente, es mejor no entrar en
calificaciones. Lo último que les han echado ha sido la influenza porcina
y han caído como gorrinos. He sido testigo de demasiados hechos como
para simplificar las atrocidades que cometen mis congéneres ni
minimizar la insensibilidad de los pasivos civilizombis.
»La carne humana chamuscada debe de soltar un tufillo similar, ya
sea la de herejes cristianas o la de judíos estigmatizados, porque el fuego
no distingue entre razas, creencias, sexos e incluso especies; para la
hoguera, todos somos iguales. ¡Pero no me refiero a lo que se quema!,
señor demagogo.
»En lo que insisto —subrayó Sancho—, es que todos los vecinos de
Auschwitz debían oler que algo «raro» se estaba incinerando por aquellos
lugares de dios, con la misma nitidez que ahora estoy aspirando el hedor
que provoca la democrática gestión de residuos tóxicos en este lugar de
la Mancha de cuyo nombre cualquiera se acordará. ¿Y nadie hace nada?
¿Ni siquiera dice nada? Pues que no se escandalicen ni condenen a los
alemanes de la época a la que algunos obligan a llamar del holocausto,
porque estas actitudes de consentir y callar se repiten desde mucho antes
de los Autos de Fe.
»Imagino que los civilizombis de la decadente, corrupta y vigente
Matrix, sois especialistas en conocer el apestoso olor que produce la
quema del intoxicante gasoil y de la gasolina ¿verdaaaad?, pero este hedor
que sale por ahí… No es de gasoil ¿noooo?
La argumentación de Sancho dejó al caballero aporrado sin que el
escudero supiera si la motivación estaba en el pasotismo generalizado o
en el pacifismo personalizado que le impide entrar a trapos hostiles.
Cuando a Sancho se le sube de tono, su conversar es espectacular así que
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