El César vs. el Estado

Alcor que sigue siendo el responsable de la difusión de esta
transcripción.
Cierta relación debe de tener el escudero con el narrador porque su
memoria le conduce de un perro a los dioses más rápido que al primero.
A ver si alguno se va a pensar que al transcriptor se le está viendo el
plumero y que más que relación, pudiera ser el mismo que el escudero;
descuiden que él va a ser el primero en notarlo y quizá por eso se
desmarca con este párrafo. Además y sobre todo, descuiden del escudero
porque aunque a veces se despista con querer ser Sanchijote, no quiere
ser el alter ego de don Quijote ni de Sancho. Las peleas con el andalusí
cuando lo manda a la cama sin rechistar o no deja a su placer curiosear,
confirman que no pueden ser el mismo sino parte de los actores de «La
anunciación de ¡Rebeldía!». Quizá Sancho ha descubierto que en realidad
no quiere ser el alter ego de nadie; entonces ¿de qué lo querrá ser?
Se puede reconocer que la atención de los lectores se ha fijado
momentáneamente en otra materia que podría haber estado olvidada de
su vigilancia por haber tenido la atención puesta en otros menesteres de
los que lo mejor que se puede hacer es ni hablar. Durante este lapso de
tiempo ¿cuál ha sido la realidad: las retamas y el perro o la atención?
¿Dónde ha estado fijada la atención, por qué se fija? ¿Quién y qué
controla nuestro estado de atención para que se dirija a unos estímulos
predeterminados y no a otros? ¿Cómo se lo montan para dirigir la
atención? ¿Qué consecuencias se obtienen después de entretener la
atención con contenidos morales, laborales, ociosos o informativos?
¿Decide cada lector estar leyendo esto o forma parte de algo que no se
sabe qué es? ¿Son conscientes de que para poder leer han necesitado el
permiso del Programa Negocio en el que la atención se fija en el
bienaventurado binomio trabajo-dinero? ¿Son conscientes de que para
poder leer han necesitado el permiso del Programa Ocio en el que la
atención se dispersa entre la familia, los amigos, los vecinos, los hobbies,
los deseos o el futuro? ¿A dónde nos conducen las secuelas de nuestra
atención subconsciente de la realidad? Responderemos a esta última por
terminar con las preguntas: al otro daño colateral ¡la extinción!
Durante otro lapso de tiempo mayor ¿cuál ha sido la realidad, la obra
de arte Naturaleza o Civilización, una obra de arte infernal? El humano
daño colateral de este divino montaje, que es mutarlos en sapiens
esquizofrénicos o psicópatas, se produce inexorablemente por la
simultaneidad de ambas realidades revueltas. Por eso los sapiens son
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