12.05.2013 Views

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

caen fatal porque con su hamburguesado aborregamiento o su cara<br />

de estupidez, la realidad es que ¡¡no reaccionaron!! ante los avisos de<br />

Naturaleza. Quizá no hacía falta ni la intercesión de Claro porque las<br />

catástrofes ambientales debían ser clarificadoras. Unos sapiens que<br />

no reaccionan ante nada ¡no pueden ser humanos!<br />

En algunas ocasiones he bromeado diciéndole que <strong>el</strong> sapiens<br />

sapiens es <strong>el</strong> eslabón perdido entre <strong>el</strong> simio y <strong>el</strong> ser humano. Quizá<br />

tenga que replanteárm<strong>el</strong>o y pensar en decírs<strong>el</strong>o en serio. No sé si<br />

serían wiilipollas o si estaban aletargados y cegatos pero no<br />

enterarse de que estaban en la encrucijada de la extinción, es más<br />

propio de un virus o de unos psicópatas que de ¡¡«La especie<br />

<strong>el</strong>egida»!!<br />

Siento que Claro está tan arrepentido por no haber actuado<br />

cuando su madre sugirió, que por eso contemporiza con los<br />

civilizombis. Una cosa es que él no actuara y otra es que no actuara<br />

nadie. ¿Por qué tenía que ser él, porque tiene que haber algún<br />

<strong>el</strong>egido? ¿Tenían sentido común los «queridos» civilizombis o estaban<br />

perdidos? Como no lo entiendo, ya lo entenderé. Igual que hoy me he<br />

creído que Civilización existió, cuando me crea que los sapiens no<br />

estaban tan mal como me lo parecen, reconoceré con mi llanto <strong>el</strong><br />

arrepentimiento de mi obstinada equivocación. Mientras que así no<br />

sea, intentaré soslayar <strong>el</strong> tema porque quizá no sea capaz de<br />

entender cómo se puede tener la conciencia tan hibernada.<br />

Parecía que <strong>el</strong> silencio se había instalado en nuestro encuentro,<br />

quizá porque Claro sepa lo que pienso y…<br />

De pronto, Alcor se levantó y salió de la habitación. Sancho protestó<br />

llamándolo pero Alcor ni se inmutó. ¿Dónde se iba a dirigir si no a la<br />

habitación de al lado? «¡Alcor!» llamó Sancho cuando <strong>el</strong> perro ya se había<br />

tumbado a los pies de los caballeros.<br />

—¡Alcor! —insistió <strong>el</strong> escudero.<br />

—¡Sancho! —dijo <strong>el</strong> caballero Alcor—, es imposible que Alcor no<br />

quiera estar a mi lado porque él sabe que es esencial en mi vivir y que me<br />

siento unido a él. Estamos tan acostumbrados a estar juntos que menos<br />

dos o tres ratos al día (piscina, ahora bicicleta y rara vez cuando medito)<br />

899

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!