12.05.2013 Views

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Querida mujer, hay respuestas que se escapan de mi filosofía pero<br />

estoy seguro que no sucede así con la de don Quijote. Él maneja <strong>el</strong><br />

tiempo con tanta soltura que futuro y pasado conviven en <strong>el</strong> presente;<br />

para don Quijote, <strong>el</strong> tiempo es sólo un escondite para protegerse de los<br />

agentes de Matrix. Pregúnt<strong>el</strong>e lo que quiera que acertará con la<br />

respuesta más afinada que jamás vaya a escuchar.<br />

»Por sus presagios me puedo hacer una idea de lo natural en sus<br />

conexiones neuronales y es un placer compartir este diálogo y escuchar<br />

sus aclaraciones y desahogos. Nunca había pensado que un humano<br />

pudiera comportarse como si fuera un programa pero su experiencia en<br />

esta realidad supera con creces a la mía. Con la información que tiene<br />

¿no se despierta tensa y angustiada sudando en plena noche? ¿Cómo es<br />

capaz de hablar de los «programas» que nos rodean sin estremecerse?<br />

¿Cómo es capaz de vivir en medio d<strong>el</strong> caos y no perder la nitidez y la<br />

sutileza perceptiva? ¿Cómo es capaz de vivir en medio de esta<br />

artificialidad y mantener un rostro tan puro?<br />

—Es cuestión de acostumbrarse —dijo escépticamente la mujer<br />

sintiendo una alteración que le recorría <strong>el</strong> cuerpo—. Por supuesto que te<br />

sientes vivir en <strong>el</strong> filo de la navaja, con un pie en <strong>el</strong> rebaño y otro en la<br />

reb<strong>el</strong>día, una mano en <strong>el</strong> descontrol y la otra en la ecuanimidad. Para<br />

experimentar conscientemente <strong>el</strong> ego exógeno sólo se necesita<br />

r<strong>el</strong>acionarse con otra persona pero donde más se sufre es en la intimidad<br />

o en la confianza pero de la que da asco. Sufrir <strong>el</strong> ego de tu pareja o de<br />

un amigo facilita la concepción de tu propio ego porque te persuade d<strong>el</strong><br />

que puedas esgrimir subconscientemente. Si se quisiera retorcer la<br />

realidad se podría argumentar una ventaja de este sufrir: sirve para darse<br />

cuenta de lo que du<strong>el</strong>en algunos comportamientos, comentarios o<br />

incluso gestos que hacemos porque lastimarán al otro lo mismo que nos<br />

han dolido cuando los recibimos. Estos actos en contra d<strong>el</strong> cariño<br />

natural funcionan como una vara de medir «necesaria» para que la<br />

imposición de los caprichos encuentre algún límite. Yo no les encuentro<br />

ninguna excusa e intento evitarlos siempre que puedo pero por desgracia,<br />

<strong>el</strong> intento no implica que lo consiga de manera absoluta e impecable.<br />

Reconozco que <strong>el</strong> entorno influye poderosamente en <strong>el</strong> organismo y nos<br />

convertimos en nuestras propias víctimas por los actos descontrolados<br />

que cometemos a causa de las circunstancias. ¿Cómo sería <strong>el</strong> vivir si no<br />

hiciera falta esta vara de medir inhumanamente «necesaria»? Por lo<br />

menos evitaríamos nuestro propio dolor de conciencia, <strong>el</strong> estado más<br />

332

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!