12.05.2013 Views

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

decorados. (Marco Aur<strong>el</strong>io es d<strong>el</strong> siglo II y desde antes de entonces ya se<br />

decían frases así. ¿Podría haberlas dicho <strong>el</strong> caballero Alcor d<strong>el</strong> siglo<br />

XXI?, ¿Tanto se repite todo?) [Ver Gladiator.]<br />

—La muerte —afinó Sancho— es <strong>el</strong> descanso de la impronta<br />

sensitiva, d<strong>el</strong> impulso instintivo que nos mueve como títeres, de la<br />

evolución d<strong>el</strong> pensamiento, d<strong>el</strong> tributo que nos impone la carne.<br />

(En Matrix lo dicen así: Tengo la impresión de que necesitas<br />

desconectarte amigo, tienes que descansar y divertirte; negar<br />

nuestros impulsos es negar, justo, lo que nos hace sapiens; cuando<br />

empezamos a pensar por ustedes, en realidad se convirtió en<br />

nuestra Civilización; sé que este filete no existe, sé que cuando me<br />

lo meto en la boca es Matrix la que le está diciendo a mi cerebro:<br />

es bueno y jugoso).<br />

—Eso tampoco es tuyo —me percaté con la cita sobre la muerte.<br />

—Ya lo sé ¿y qué? —bromeó Sancho—. Es d<strong>el</strong> mismo emperador y<br />

maestro d<strong>el</strong> reb<strong>el</strong>de Máximo Hispano anterior (Leer <strong>el</strong> Libro VI de<br />

Meditaciones de Marco Aur<strong>el</strong>io; si se lee entero <strong>el</strong> libro completo de los<br />

Libros, no pasa nada).<br />

—Por tanto estar precisamente en <strong>El</strong> Presente —me dijo<br />

asombrado—, ¡Cómo cunde contigo <strong>el</strong> tiempo! Te conozco hace unas<br />

horas y fíjate todo lo que me ha pasado. Quizá sea una característica de<br />

los Capuchinos.<br />

—¿Mande?<br />

—A los de esta Orden se les obligaba hasta hace poco llevar barba y<br />

como vos la lleváis, pensaba que lo mismo pertenecíais a esta Orden<br />

junto a los demás barbados. Hoy día no es lo habitual porque para<br />

aparecer ante dios como dios manda, hay que estar bien afeitados. Esta<br />

característica singular permitía llamar a los capuchinos «barbas largas»<br />

igual que «los blancos» son los cistercienses, «negros» los bernardos,<br />

«marrones» los franciscanos, «blanquinegros» los dominicos y los<br />

templarios son los de «la cruz en <strong>el</strong> escapulario.»<br />

—¿Qué tienen que ver todos esos conmigo?<br />

—Lo decía por lo de la barba que tenéis mi maestro, Marco Aur<strong>el</strong>io<br />

y también vos. Os dan igual las canas y no os afeitáis como hacen los<br />

más sumisos a <strong>El</strong> sistema.<br />

—¿Por qué hablas sólo de monjes?<br />

954

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!