12.05.2013 Views

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

d<strong>el</strong> terrorismo de estado o de quien sea, se le salen los demonios por ni<br />

acordarse de éstas.<br />

—¡Joder Sancho, te gusta remover la memoria hasta su agitación! No<br />

sé si sabrás que <strong>el</strong> descerebrado Maestro Ciru<strong>el</strong>o, clérigo él, profesor en<br />

las Universidades de Alcalá de Henares y de Salamanca y exitoso<br />

matemático, escribía en sus ratos libres algunas porquerías. (Perdón por<br />

la descalificación; recuerdo a quien lea esto <strong>el</strong> respeto que siento por<br />

todos los humanos y espero que me entiendan a continuación).<br />

»Con <strong>el</strong> título d<strong>el</strong> libro debería ser suficiente Reprobación de las<br />

supersticiones y hechicerías pero su vertido intoxicante explica cómo <strong>el</strong> diablo<br />

entra en las casas y conventos.<br />

—¡Qué fuerte! —chifló <strong>el</strong> escudero.<br />

—Sus supersticiones influyen en Teresa de Ávila, lo refiere en su<br />

Libro de la Vida. También se incrustan en la mente de Fray Luis de León.<br />

—¡Más fuerte todavía! —rechifló <strong>el</strong> escudero.<br />

—Pues decía algo así como que «Sólo los consagrados por la iglesia<br />

podían tener poder sobre los demonios» —citó literalmente Cide<br />

Hamete.<br />

—¿Qué quieres decir porque yo ya no sé qué añadir?<br />

—Entonces voy a añadir yo sin quererlo —afrontó <strong>el</strong> caballero—,<br />

porque ese idiota decía que cuando <strong>el</strong> demonio penetraba en las cocinas<br />

de las casas, «quiebra ollas y platos y escudillas» y si era en los conventos,<br />

«Viene y hace ruidos y estruendos y da golpes en las puertas y ventanas y<br />

echa cantos y piedras».<br />

—O sea —determinó Sancho—: un doctor matemático muy<br />

int<strong>el</strong>igente. Lo debió de decir otro mucho antes que yo: Sic transit gloria<br />

mundi.<br />

—Permíteme que lo termine porque si no, me va a salir por otro sitio<br />

—se desahogaba Cide Hamete—. No contento con estas estupideces,<br />

decía <strong>el</strong> santo Ciru<strong>el</strong>ón que, sobre todo, <strong>el</strong> demonio excitaba a la lujuria<br />

disturbando a los buenos cristianos en sus sueños: «Otras (veces) viene a<br />

la cama —añade Ciru<strong>el</strong>o— donde duermen las personas y les quita la<br />

ropa de encima y les hace algunos tocamientos deshonestos. ¡No les dexa<br />

dormir reposados!»<br />

—¡Vaya vaya con <strong>el</strong> curita! —lanzó Sancho asqueado—. Si no era<br />

pederasta, estaba más salido que <strong>el</strong> pico de una mesa. ¡Cómo les gustará<br />

tanto la pornografía a esos tíos tan…!<br />

740

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!