El César vs. el Estado

del cometido real que has venido a rebelar y a realizar. Si por cualquier
remota o posible casualidad nada de esto estuviera sucediendo en
realidad, tú serías el elegido y no sólo un «eslabón» encontrado más; no
creo que te vayan a crucificar porque se ha pasado de moda pero… En
fin, tú ya sabes.
—¿Quieres decir que todo esto (El César V5. 3l Est4do) puede ser un
camuflaje y que yo lo haya creado todo solo, sin Isabel, ni Carlo, ni
Alcor?
—Hombre, con Alcor lo tienes más fácil pero con Isabel y Carlo…
—supuso el maligno Sancho moviendo la mano y arrugando la cara.
—Según presentas, mientras que Claro necesita de un soporte ajeno
para confirmar la realidad que rebela, yo fabrico uno para camuflar mi
identidad.
—¿Y no hay coincidencia ni casualidad?
—¡Sancho!, lo que nos sucediera a Claro y a mí es justo lo contrario
—¡Vale, vale! Al igual que las diosas lo dicen todo muy claro sin caer
en el descaro, seguro también sabrán apreciar la alquimia que hay entre
estas palabras. ¡Qué claros somos todos sin caer en el descaro! Entre el
nombre del protagonista Mesías y el adjetivo «claro», me voy a empachar
de la palabrita. Lo mismo se crea una longitud de onda tan potente que
se convierte en el Rayo Claro que desintegra a los Rayos Gamba de las
diosas pedorras. Lo mismo su madre le puso Claro porque sabía de
antemano que era el que lo iba a tener más claro. ¿Cómo lo podría saber
esa mujer y por qué? Y no me digas por que se llamaba Clara.
—Todo es causal Sancho y habla con más respeto; podemos entablar
una partida de ajedrez pero por nuestra parte será con caballerosidad;
decir diosas y punto es lo natural. No me obligues a que te censure
después.
—Seguro que lo haces porque con lo que he soltado por mi
lengua… —dijo el escudero adivinando—. No subestimo tu control.
—Cuando Claro nació —prosiguió el César sin inmutarse—, no
sabía que en su vida iban a suceder algunos acontecimientos que «regala»
la Ley del Karma y se acercan con la Ley de la Atracción. Fíjate que hay
muchos personajes de ésta vuestra salida que aparecen por la profesión y
no por el nombre o disimulados por cualquier rincón; son tan reales en
esta realidad de Matrix, que respeto su derecho a la intimidad.
»Habrá infinidad de detalles de los que no sólo se compruebe su
veracidad sino además su realidad. Junto a ellos está la Historia de
823