El César vs. el Estado

—Vamos a terminar de vivirlo, ¿no?
—Antes de pasar a otra cosa —solicitó el escudero señalando la
fábrica de Arlita—, aclárame si esa basura grisácea que veo ahí abajo con
pinta de decorado de ciencia ficción gore, es una multinacional o es una
porquería más.
—Como indicas, esa porquería de fábrica forma parte de Saint-
Gobain, uno de los 100 grupos industriales más grandes del mundo. Así
que ten cuidado con lo que dices porque si se sienten molestados, son de
los que te quitan de en medio en un santiamén…
—Y además no se entera ni dios -cortó Sancho.
—Efectivamente.
—Mejor será que lo tengas en cuenta tú porque como dice mi
maestro, eres el que va a dar la cara. Al fin y al cabo, yo conozco una
puerta de salida infalible por donde no me pueden perseguir ni los
servicios secretos ni el FBI. ¿Y esa porquería puede contaminar tanto?
—Ya habíamos hablado de que esto es como las subprime
—reaclaró el caballero—, que quemas un poco de porquería y siempre
termina apareciendo multiplicada por mil. Por un «poco de porquería»
me refiero a la incineración de casi cien toneladas diarias de residuos
tóxicos o altamente tóxicos los 365 días al año y las 24 horas. También
me dijiste que ya veríamos cómo estallarían los derivados en el
inexistente mercado de futuros financieros. Veremos cómo estalla St.
Gobain, las Corporaciones, la banca… Espera a que China se ponga a
producir a tope y después la India. EEUUropa se va a ir a pique.
Sin dejarse sorprender por la memoria de Sancho pero apreciando
también su reticencia, el caballero se apresuró a preguntar:
—¿Qué es lo que te decepciona del monstruo?
—Primero, que para una peste tan intensa me esperaba algo con más
categoría, estilo Chernobil; y segundo, que pensaba que una
multinacional sería como la que aparece en Matrix, un rascacielos
transparente lleno de ordenadores y de esclavos.
—No es Chernobil y sus efectos son mucho más lentos pero
catastróficos. Seguramente estén esperando unas decenas de muertos
para regular el funcionamiento de estas incineradoras tóxicas urbanas.
—¿Así que sacan las fábricas de las ciudades porque son molestas
para los vecinos y meten las incineradoras para que los intoxiquen?
Cómo se aspira la evolución del progreso, cómo se saborean las
consecuencias del estado del bienestar, cómo se nota que el estado de
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