El César vs. el Estado

Pudiendo estar relacionado el poder de decisión con el segundo tipo
de historicismo, llevamos tanto tiempo posponiendo la ya tardía
reacción, que para no perderse con las palabras, análisis ni tesis, la
decisión en presente es lo único que siente: ¡¡Rebelión Ya!! sin
historicismos, desatinos ni absolutismos. Aunque muchos doctores no se
cosquen, El César V5. 3l Est4do es para todo el mundo, incluidas las
diosas; por esto existe la Tercera Parte y es más larga la explicación. El
caballero Alcor utiliza este libro de altavoz y se dirige a ellas
respetuosamente pero tranquilo. Por su intervención, existe esta parte de
la transcripción que se está extinguiendo tan inexorablemente como la
Humanidad. Los días estaban equilibrados hasta que ha llegado el
rebelde de Castilla al-Andalusí, ha regenerado el mecanuscrito, la salida
de los inmortales y su «entrada» no prevista.
Con esta excusa se apaña el tamaño del desequilibrio con una
subdivisión más propia de Kairos sin someterse a los días tal y como
Cronos había preestablecido. Que se desnivele el fin de semana no es tan
anormal cuando las partes del libro van a quedar más o menos en
paridad.
Ahora que Sancho se ha decidido a empezar a leer, no voy a
enrollarme yo para retrasar la acción pero permítanme que haga antes la
única profecía que este narrador se va a permitir el lujo de hacer: Si el
capitulo anterior está desproporcionado, con éste van a flipar; menos mal
que con el siguiente se va a compensar. ¿Por qué el transcriptor quiere
ser tan fiel con los mecanuscritos y dejar en XXIII (23) los mamotretos
con lo redondo que suena XXV (25) o XXXIII (33)?
Como saben que es por lealtad, lo que estén decidiendo los
Caballeros Rebeldes que en la habitación de al lado están… ellos sabrán.
Si quieren saber la respuesta desconocida a la pregunta antedicha,
pregunten al caballero Alcor y verán cómo les dice: «yo qué sé».
También por la lealtad debida a los lectores del ahora futuro, voy a
plantearles algo para que «tengan» que tomar otra decisión. Como
siempre sucede cuando hay que decidir, se presentan como mínimo dos
disyuntivas. ¡Qué coñazo el tanto decidir! ¿o es que tiene que ser así y no
«empantanarse» con la inercia de «decidir» aburrirse? Por ir directamente
al grano y resumiendo en dos las infinitas posibilidades, imitando el
cuándo leer, si se leen, las citas o el cómic, se enuncian a continuación.
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