El César vs. el Estado

cancerígenas; después podría explicarme lo de la iglesia con los
dinosaurios y después…
—¡Ya está, Sancho!, vamos por partes. Terminemos con el desayuno
que va camino de juntarse con el almuerzo, para después digerir lo que
acontezca. Coge el paso y no pierdas la atención porque vas a escuchar
todo lo que el cuerpo necesita.
»Conocerás el refrán que dice: «Por la boca muere el pez»; cambia al
pez por lo humano y lo escucharás sin metáforas fabuladas: «Por la boca
muere lo humano». La consecuencia de una alimentación errónea nos ha
traído a la encrucijada de la humanidad: percibir que se extingue a causa
de sus acciones; que sean irresponsables o que sean subconscientes es lo
de menos, los hechos son los hechos. [Ver Hormigaz; Nemo; Antz; Bichos;
Robots.]
»El civilizombi descontrola el cuerpo con el que se relaciona…
—No siga por ahí si quiere que le siga el paso. ¿Me está diciendo
que este cuerpo al que considero mío no es yo?
—No Sancho, es un ente, es el organismo con el que más
íntimamente nos relacionamos; puedes hacer con él, como con el resto
de las circunstancias que nos rodean, lo que el sentido común considere
o lo que te ordene el ego, pero ese cuerpo no es tuyo, es un préstamo de
Naturaleza. Además, te pido alter ego que no interrumpas cada paso que
si no vamos a perder el ritmo.
»Como el resto de entes, el organismo humano está diseñado de una
manera específica y los diversos sistemas que lo conforman actúan
sinérgicamente armonizados por reglas naturales perfectas; requieren
unos cuidados y ofrecen unos resultados que están directamente
relacionados. La salud y armonía con las que funcione dependen de la
forma en la que se trate al organismo. Alimentación, meditación y
deporte son fundamentales para conseguir la sincronía pero en una
sociedad intoxicada, indolora y sedentaria, es difícil que subsista el
sentido común para poder comprender y acordar algo. La indecisión que
padece el sapiens oscila entre recuperar la salud original desintoxicando
al cuerpo de las adicciones civilizadas o continuar controlados por los
anzuelos irreales; sabe que está enfermo, sabe que contamina Madre
Tierra pero continua indeciso metiendo la cabeza en las papeleras.
»El cuerpo humano es víctima de la acidez a la que está sometido; la
vida se desorienta cuando muerde el anzuelo de la alimentación artificial.
Si el pez pasa a estar pescado, el hombre pasa a estar controlado. Todo
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