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El César vs. el Estado

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azos en cruz con posible pescozón en cuanto se le ocurra moverse.<br />

Son tan dóciles esos imberbes en <strong>el</strong> fondo de su superficialidad, que<br />

no necesitan ni un martillazo, sólo la autoridad cariñosa de una<br />

madre Jefa de Clan que lo destierre a la mínima de cambio. No voy a<br />

exagerar diciendo que sólo con pensar en talar un bosque sería<br />

desterrado pero no exagero si te aseguro que en cuanto marcara un<br />

árbol con la intención de cortarlo, sería expulsado «dinámicasmente»<br />

para siempre.<br />

—¿Qué quieres decir con «dinámicasmente»? —me interrumpió <strong>el</strong><br />

viejo.<br />

—Es que yo también puedo ser fisna —le bromeé para evitar otra<br />

palabrita mayor y mucho más descriptiva—. «Dinámicasmente» es lo<br />

mismo que ha hecho Obélix cuando se queja porque <strong>el</strong> niñato asusta<br />

a los jabalíes; primero le da tratamiento mayestático y si es<br />

necesario, como es en este caso, le percute donde sea menester para<br />

que despierte de su pesadilla profesiolaboral. ¡Desde <strong>el</strong> principio,<br />

como Obélix! Si fuera de mujeres <strong>el</strong> Clan en vez de varones, serían<br />

<strong>el</strong>las las dinámicas que la mente d<strong>el</strong> niñato acallaran.<br />

»Le he visto maquinar estrategias, desafiar y extorsionar a un<br />

centurión, amenazar con arrancar a tiras la pi<strong>el</strong> de todos y que le den<br />

la mano para «volver» a casa por la noche antes de que amanezca: un<br />

niñato. He visto cómo empeora su aspecto,<br />

—la cara de Pepiño que se le pone —añadió <strong>el</strong> escudero Sancho—<br />

cuando <strong>el</strong> centurión cree que han visto en él a un amo de verdad (sólo<br />

le faltan las gafas),<br />

—y también cómo se le ve <strong>el</strong> plumero con su inseguridad y su<br />

cobardía. Desde que los creadores lo han puesto a lloriquear, sabía<br />

que era un psicópata integrado más; después, todo ha sido cosa de<br />

coser y cantar porque cada Programa tiene su funcionamiento.<br />

—¿Por qué tienes tanta seguridad en su calidad de psicópata?<br />

—indagó <strong>el</strong> viejo.<br />

—Porque he visto la cara de mosquita muerta con la que se<br />

presenta —le dije a Claro sin meterle al arquitecto con <strong>el</strong> bisturí—,<br />

cabizbajo, las manitas enlazadas por detrás d<strong>el</strong> cuerpo, la sonrisa fría<br />

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