El César vs. el Estado

ha retomado el lance y se ha puesto a caminar. Después de lo dicho, lo
que siga no tiene que alterar la serenidad de la brisa del aire ni la psique
de los mandamases. Que don Quijote y Sancho continúen con su salida
es un argumento que confirma la afirmación de que no existe principio
ni fin, existe la eternidad y durante ella, suceden las causalidades… y
algunos hechos más.
Si se fija la atención en esta particularidad es porque ahora son
habituales los otoños primaverales, los inviernos estivales, las primaveras
invernales y los veranos otoñales; algo que era inusual ha pasado a ser
normal y casi nadie se pregunta el porqué de semejante alboroto
medioambiental. ¿Sucederá igual con esta salida de la pareja inmortal
diluyéndose en la fagocitante realidad de Matrix? Como del futuro se
sabe todo lo que se tiene que saber de él, que no se sabe nada, volvamos
al entorno de la pareja inmortal ya que del desbarajuste estacional se
hablará cuando en el futuro literario sea ésta la realidad. [En el
restringido Multiverso tridimensional, ese «futuro» desconcertante es ya
presente.]
Ajenos a los entresijos del dialogo entre escudero y caballero y
desconociendo las templadas consideraciones del narrador de esta salida
inmortal, unos montadores profesionales terminaban urgentemente la
construcción de unas casetas colocadas en la famosa plaza de los Santos
Niños de Alcalá de Henares, ciudad célebre hasta ahora por usurpar el
lugar de nacimiento del gran Miguel de Cervantes.
Tenían prisa porque llegaba la hora de comer y no querían llegar
tarde a tan sabrosa cita. Unos con el mono y otros en pantalones cortos,
de las cinturas de todos cuelgan una bolsa con clavos y un martillo con
los que ajustan las paredes y techos de las casetas de madera. El tañer de
sus herramientas interrumpía el crotorar de las cigüeñas creando unos
ritmos tan novedosos que llaman a la atención.
Desde hace unos años,
en este lugar de la Mancha
cuyo nombre sí recordarán,
se monta una fiesta grande
para recordar una falsificación
a la que se le puso una fecha
y hasta el nombre de un santón:
día 9 de octubre, san Cervantes.
Lo que al parecer sucedió
escogiendo aquel santo día
es algo que por alguna razón
no sabrá ni el caballero Alcor.
La retocada partida bautismal
es la causa de la celebración
y entre otros entretenimientos
que se han ordenado padecer,
en esta placeta de la Magistral,
a colocar unos libros se van
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