El César vs. el Estado

Por eso, unas veces dicen sin decir y otras veces afirman: millones de
personas viviendo sus vidas subconscientes. [Ver Osmosis Jones, Esta
chica me pone.]
»Cuando el entendimiento ha sido claro es porque el sentido común
se ha encargado de conectarnos. Fíjate en cambio cómo hablan los
dioses de la comida mucosa: «Estoy harto […] de tener que comer la
misma puñetera bazofia todos los días». Como a ti, a ellos tampoco
les debe agradar el sabor del zumo de hierba de trigo. También
describen: «Si no miras, parece que comes unos huevos muy
líquidos. Sí, o un plato de mocos. ¿Sabes a lo que realmente me
recuerda? Al trigo rico». Poco antes insisten: «¿Sabes? Sé que el filete
no existe; sé que cuando me lo meto en la boca es Matrix la que
está diciendo a mi cerebro [ego]: es bueno y jugoso». Y también
dicen después: «¿Te apetece un trago? es fuerte ¿eh? Lo destila Dozzer,
en vez de indicar que lo licua Cer-do [leído al revés].
—Como siga citando la película —examinó Sancho—, al final va a
resultar que no existe nada; no hay cuchara, he dejado el queso para que
los mocos se los den a otro, lo del pan es un estribillo y ahora sé que el
filete no existe. ¿Cómo pueden autoexterminarse en tan poco tiempo
cuatro inventos esenciales de Matrix, sin incluir al vino, la variedad más
usual de las destiladas pócimas de los dioses? Aunque se parezcan a unos
huevos muy líquidos, los mocos no son un manjar sino la consecuencia
de una comida ácida que es lo contrario a la hierba de trigo, el alimento
alcalino de los dioses. La función de un resfriado es rebajar el colapso
mucoso que padecen los pulmones; por esto, el primer síntoma es la
aparición de mocos en el exterior. El sistema digestivo se maltrata con
sustancias más pegajosas y sus mocos son más tenaces. Si me he
enterado es por sus explicaciones porque cuando lo dicen en negrita
¿realmente lo entiende alguien?
—¡Nadie! Parece que comes un plato de mocos no es lo mismo
que decir que la comida artificial provoca inexorablemente una capa
mucoprotectora que protege de la acidez a las paredes internas de los
conductos hasta inutilizarlos u obstruirlos. Aunque la dieta errónea
termina por convertirse en un plato de mocos, utilizar esta abstracción
tan metafórica tiene la intención de entretener, de crear escuelas
filosóficas que hagan diferentes exégesis de la afirmación.
—Y entonces ¿para qué lo dicen?
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