El César vs. el Estado

mamotreto, voy a sorprendernos con dos cuestiones: una va de dios y la
otra va por los creyentes.
»No voy a preguntar por los euros porque deben de ser otra
apariencia del dios dinero; antes se llamaban maravedíes y ahora se
llaman así.
»El final del prólogo de la película Matrix deja paso a una imagen en
la que Neo es avivado por la alarma de un despertador. Como nos
salimos de la película, no sé cómo continuará su intríngulis pero intuyo
que es una metáfora que los dioses utilizan para avisar a los sapiens que
tienen que despertarse de una vez para abrir los ojos ante la realidad real.
Que esta mañana me haya sacudido la señal del reloj ha dado pie a que
me entere de la recepción de las abstracciones divinas. ¿Sabrán los dioses
que los creyentes no atienden a la simplicidad de metáforas y fábulas ni a
la complejidad de hologramas y confabulaciones? ¿Se enterarán los
creyentes del dios al que se esclavizan realmente, el dinerito? Como
siempre, nadie sabe si la solución a estas preguntas estará en el próximo
mamotreto que pertenece al futuro que todavía no existe. ¡Con dios,
señor don Quijote!
—¡Hasta entonces, querido Sancho!
Y se escuchó al escudero que para sí decía:
—Dioses: por muchos despertadores que utilicéis, los sapiens no se
enteran de que están dormidos.
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