El César vs. el Estado

—Te voy a dejar a mano los dos cómics de Astérix que se
corresponden con los capítulos por si los quisieras simultanear. Entre las
explicaciones de Eugenia y Claro, las viñetas de Goscinny y Uderzo, los
personajes de Astérix y Obélix y sobre todo de tu entendimiento,
comprenderás el contenido de la transcripción.
—Prefiero que hagas la presentación —pidió Sancho con seguridad.
El caballero Alcor se percató de la firme determinación del escudero
y contagiándose por la longitud de onda que crea una decisión de las que
influyen en el Ley de la Atracción, se preparó para hacer un prólogo que
jamás habría previsto. Va a ser que la quántica tiene razón y de las
infinitas posibilidades que no podemos ni imaginar, siempre sale la más
inconcebible que no podría uno ni esperar.
El escudero se repanchigó en la butaca dispuesto a escuchar la
introducción de la historia y recolocó la lamparilla para no recibir la luz
directa de la bombilla; el caballero extendió una colchoneta donde quedó
sentado como acostumbra. La tierra ha girado tanto que de la estrella Sol
no queda ni el rastro. Dentro de una habitación protegida bajo tierra,
hacer consideraciones de lo que pasa fuera puede convertirse en baladí o
en un relleno literario descarado. La luz de la electricidad se ha impuesto
y sin ella, este instante no sería igual. Así que en vez de tanto sol ¡qué
esclavizados están! Nadie estaría haciendo lo que está haciendo sin el
contagio de la corriente eléctrica a la que los rebeldes están tan
supeditados cuando la utilizan como cualquier hijodalgo. Menos mal que
son conscientes de ello y que no hace falta explicarles su sumisión.
Sancho no ha contado todavía las varias contradicciones en las que vive
el caballero Alcor pero ésta es sólo una de las más deslumbrantes.
La pareja que está con La Odisea de Claro comparte una misma
conexión y puede ser para mosquearse. ¿Por qué? Sancho no había
pensado en la posibilidad de leer sin la presentación; el caballero Alcor
no había pensado en la posibilidad de hacer la presentación. En contra
de lo no intuido, los dos van a hacer lo que no sabían si querían; si
tendrían que pararse a pensarlo es lo que no deja la vida que de tan
rápido como va, se ama justo a quien no te quiere y se rechaza al que te
ama sin ni siquiera quererlo. (Si esto no se entiende, que lo explique el
caballero Alcor porque él entiende de lo sutil en el amor y este narrador
no).
En otro lado ha quedado don Quijote que continúa enfrascado
escribiendo y escribiendo, algo que no es de extrañar si se sabe con
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