12.05.2013 Views

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

en algún momento la mente hace la trampa de volverse a activar, y ¡mira<br />

la que hemos montado con tanto pensar!<br />

—Un mal rollo al que se llama ¡La Evolución de la realidad de<br />

Matrix! —completó Sancho con voz c<strong>el</strong>estial—. De tanto pensar no<br />

saben ni que se van a extinguir. Por lo que hablas, parece que la r<strong>el</strong>ación<br />

d<strong>el</strong> viejo y la <strong>el</strong>egida se mantuvo largo tiempo pero como nosotros nos<br />

hemos conocido hace un rato, no sé qué pensar… si es que pienso.<br />

—Pasaron unos meses hasta que aprendió la lectoescritura —contó<br />

<strong>el</strong> caballero— y algunos más hasta que Claro le pidió que transcribiera su<br />

Odisea. No lo puedo determinar porque tampoco se especifica en <strong>el</strong><br />

argumento. Recuerda que solamente cuentan con la tamizada luz solar<br />

durante seis horas diarias. No tienen <strong>el</strong>ectricidad y Claro no quiere<br />

quemar las retinas de Eugenia con la luz de las antorchas.<br />

—¿Conocen <strong>el</strong> fuego?<br />

—¡Por supuesto Sancho!<br />

—Pues no tenía que estar tan claro.<br />

De pronto, sonaron unos ruidos al otro lado de la ventana y Sancho<br />

preguntó quién osaba interrumpir un silencio tan estable. Al saber que<br />

era Alcor, pidió a <strong>César</strong> que quería estar junto a él, que disculpase la<br />

interrupción y que retrasase un instante más las ganas que tenía de<br />

acompañar a su maestro. Al tratarse de Alcor, <strong>el</strong> caballero aceptó<br />

gustosamente la interrupción e indicó a Sancho la manera en la que<br />

podían estar juntos los tres. No había más que ir a buscarlo y<br />

acompañarlo hasta aquí.<br />

—¿Pero si no me va a hacer caso? —supuso <strong>el</strong> escudero—. ¡No me<br />

conoce!<br />

—Hazle caso tú a él; Alcor sabe todo lo que tiene que hacer y es<br />

alegre, leal, fi<strong>el</strong> y sobre todo, cariñoso y sincero como nadie. No olvides<br />

que vas a ir a buscar a uno de mis tres maestros; <strong>el</strong> otro lo tienes ahí al<br />

lado y d<strong>el</strong> tercero no me vas a preguntar nada más. Siéntete con él como<br />

cuando estás con don Quijote y trátalo igual. Él sabrá traerte hasta aquí<br />

de vu<strong>el</strong>ta por si te pierdes. Sígu<strong>el</strong>o y él te llevará… a la realidad real.<br />

Obviamente, Sancho subió a invitar a Alcor a que participara en tan<br />

trascendental reunión y <strong>el</strong> caballero se quedó esperándolos mientras que<br />

estiraba algunos tendones de sus musculillos.<br />

No pasó ni un momento cuando Sancho se presentó con Alcor.<br />

Después de saludarse y de acomodarse los dos, Alcor encontró<br />

835

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!