El César vs. el Estado

—¡Por fin! ¿Debería preguntarle por la confianza que tenemos para
que me pregunte por mi tendencia sexual? Usted es un sapiens curioso
pero despreocúpese que ni tengo complejos ni intimidades de este tipo.
Como está comprobando, no tomarse los comentarios de manera
personal facilita el intercambio de palabras y no de fluidos.
—¿Estás de acuerdo con la legalización de las uniones homosexuales
o la adopción de niños por parte de este tipo de «matrimonio»?
—¡No! Estoy totalmente en contra de la legalidad porque realmente
no existe; pero ya era hora de que cada uno hiciera durante su vida lo que
fuera menester o lo que el sentido común le aconseje sin reglas y sin
controles, sin límites ni fronteras. A mi no me molesta que dos
homosexuales se quieran y se casen; tiempo tendrán para divorciarse
como el resto de los patrimonios. Documentar las relaciones es un
anzuelo, una manera de meterse de lleno en el sistema aunque por lo que
dice, el colectivo gay ha demostrado que sabe rebelarse contra él. A
menos que sea un montaje más como el feminismo y todo lo demás, los
gays han ganado una batalla y tienen experiencia en la revolución de la
EVOLución. Su pregunta me hace recapacitar acerca de una sugerencia
que haré a mi maestro; don Quijote busca a un rebelde que esté
legitimado por el sistema y no sabe dónde hacerlo. [Ver Salvador, Sophie
Scholl, Los edukadores, Dersu Uzala.] ¿Cree usted que los homosexuales son
rebeldes potenciales?
—Yo no sé nada de homosexuales —afirmó el bombero a la
defensiva—. Más que un actor se podría decir que eres un alternativo
que acepta a los demás sin meterse donde no le llaman
—¿Es que hay otra forma de relacionarse?
—En fin escudero inmortal, tengo que volver junto a mi
aburrimiento pero déjeme que le diga que pensaré en lo que me ha
preguntado.
—¿A qué se refiere? Hemos paseado por tantos temas que no sé la
cuestión que ha traspasado su subconsciente para pasar al consciente.
—Jamás me he preguntado por qué me levanto de la cama ni qué
estoy haciendo con mi vida. Esto pertenece al capítulo de temas
engorrosos y por eso se evitan en conversaciones y reflexiones. Nunca
he pensado por qué trabajo o por qué tengo novia y siento cierto vértigo
al apreciar que casi todo lo que hago es de manera mecánica. ¿Estaré
robotizado de alguna manera?
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