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El César vs. el Estado

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nombres y su r<strong>el</strong>ación con los hombres, sean mujeres o fuesen varones.<br />

Ahora bien, sepa que tanto misterio es más propio de la ocultación de los<br />

dioses que de la espontaneidad de la Caballería.<br />

—Decodificar un jeroglífico escondido durante cuatrocientos años<br />

es una reb<strong>el</strong>ación que hago por primera vez y quizá habría que esperar a<br />

mi maestro para que termine con <strong>el</strong> entuerto codificado. Saquemos<br />

provecho de lo que al menos dices en cuanto a la interrupción y vayamos<br />

directos al grano que cuanto antes se empiece, antes dará fin. Ya que me<br />

pides tanta brevedad como con Quijada, intentaré hacerlo dejando si<br />

acaso los flecos su<strong>el</strong>tos y los platos rotos al que se va a comer todos los<br />

marrones.<br />

—Lo d<strong>el</strong> nombre y ap<strong>el</strong>lido ha quedado resumido y claro: Migu<strong>el</strong> y<br />

Sancho por los herederos de la Corona asesinados y Cervantes por <strong>el</strong><br />

ap<strong>el</strong>lido disidente adoptado; aprovechando que <strong>el</strong> humano real que está<br />

detrás de Benengu<strong>el</strong>i Cide Hamete ya ha sido descifrado con <strong>el</strong> caballero<br />

Alcor y Pinterete, vayamos con las sutilezas que conociendo a vuesa<br />

merced, estarán muy presentes en todo lo que haya tocado.<br />

—Si estás preparado, comencemos a tirar d<strong>el</strong> hilo de Ariadna. <strong>El</strong><br />

honor solicita que se comience con la mujer que transformó mi vida en<br />

amor.<br />

—Sólo le digo —interrumpió por primera vez <strong>el</strong> escudero— que no<br />

perdamos de vista al perro o por ser más fácil, al sapiens con <strong>el</strong> que<br />

pasea; así, la causalidad de esta decisión encontrará por sí sola su<br />

consecuencia.<br />

—<strong>El</strong> cosmos est<strong>el</strong>ar sabe quién es la mujer de mi vida —evocó don<br />

Quijote—: Dulcinea d<strong>el</strong> Toboso, la misma que Isab<strong>el</strong> de la Paz. Aunque<br />

pueda causar <strong>el</strong> pesar de algún ego enfermizo, es la mujer más famosa de<br />

la realidad real, de la realidad de Matrix y de su metarrealidad. Es un<br />

honor que la más inmortal de todas, sea la mujer que enamoró mi amor.<br />

Las nov<strong>el</strong>as, tragedias, dramas, y sonetos que he regalado a la humanidad<br />

desde hace 400 años, tienen la inspiración en mi «energía gem<strong>el</strong>a».<br />

¡Olvida a tanto Sanchijote y tanto Carlo, tanto Shakespeare y tanto<br />

Cervantes, y empieza a recordar lo esencial: la inmortal Isab<strong>el</strong> de Valois!;<br />

sin <strong>el</strong>la, nada de lo que está ocurriendo sucedería igual. Para que la<br />

humanidad se entere y especialmente su majestad, somos reb<strong>el</strong>des de la<br />

Caballería Andante de la Orden de la Paz por Isab<strong>el</strong> de Valois, Dama de<br />

la Paz.<br />

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