El César vs. el Estado

conservación de mi integridad personal, ya que me protegían de una
maldición: dar demasiadas pistas al más sanguinario de los tribunales
santificados que haya existido jamás, podía convertirse en mortal. Ya
había tenido suficientes experiencias como para andar jugueteando con la
muerte.
»Al igual que la situación personal de mi tiastro o hermano mutó
profundamente a los 12 años, la mía fue mutando poco a poco desde
después de cumplir los 15 (en el que conoció a Pinterete) hasta pegar el
salto a los 22 (gracias a su maestro Cide Hamete); siete años duró mi
camino para llegar a la puerta Cuarta Dimensión. El Caballero Alcor
tuvo su primer contacto con el Multiverso paralelo también a los 22
años y después de un paréntesis (su entrenamiento: conocimiento de la
realidad de Matrix y del descontrolado Programa Smith), su proceso de
mutación ha durado diez años desde su encuentro con Isabel hasta hoy
(Ver Cypher, Family man). Este tipo de cambios estelares hay que vivirlos
para saber lo que suponen en la vida de cualquier mortal hasta que
resurge como caballero rebelde atemporal. Los sapiens pueden querer
obstinarse en interpretar que todo son casualidades pero el voluminoso
El César V5. 3l Est4do no es una casualidad porque de existir, existirá por
causalidad.
»El lugar que ocupaba Jeromín en el mundo era el de ser un simple
vasallo y pasa a ser hijo querido y reconocido del César del mundo, con
todas las consecuencias que hasta las psiques más programadas pueden
percibir. Un plebeyo pasa a convertirse en uno de los herederos de
Imperio; ¿cómo nuestra princesa? ¡No! justo lo contrario.
»El lugar que ocupaba don Carlos en el mundo era el de ser el
humilde heredero de la Corona más poderosa del mundo entero.
Reconocido por el César del mundo y llamado exactamente igual que él,
me despojaron por rebelde de la corona imperial para que después la
humanidad me otorgara la de las letras. Un rey pasa a convertirse en uno
de los plebeyos de Imperio; ¿cómo nuestro rey? ¡No! justo lo contrario.
»Si después de este «varapalo» terminé siendo Cervantes y
Shakespeare ¿qué más muestra se requiere de ecuanimidad? No olvides
este detalle cuando quieras compartir el porqué el caballero Alcor no es
un profe cualquiera sino que es mi maestro.
—Disculpe la interrupción —apuntó Sancho— pero ya me podía
imaginar que si Cervanpere afirma que su maestro es el caballero Alcor,
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