El César vs. el Estado

padre fue brutal que hoy estaría encarcelado por abuso de menores,
acoso psicológico y aberración sexual. No me extraña que Shakespeare
titulara de manera tan explícita La violación de Lucrecia que aparece en
algunos encabezamientos substituyendo al políticamente correcto pero
mal traducido El rapto de Lucrecia sabiendo que Lucrecia es Isabel de
Valois y Paris Felipe II. Pero no sé qué es lo que quiere que lea para que
ahorremos energía de Madre Tierra.
—De aperitivo Hamlet —dijo el caballero en referencia a sus obras—
pero cambiando algunos nombres de la metarrealidad de Matrix por los
que tuvimos en la realidad de Matrix:
Gertrudis - Isabel de la Paz (casada con Felipe II).
Ofelia - Isabel de la Paz (Dulcinea).
Horacio - Caballero Alcor.
Hamlet - Príncipe don Carlos.
Claudio - Felipe II.
La Sombra - La Conciencia de Felipe II.
Polonio - Diego de Espinosa.
—Algo vamos a tener que cambiar radicalmente en el discurso
—confesó Sancho apesadumbrado— porque con tantos alias que a su
vez encubren a los nombres de la realidad de Matrix, voy a sufrir un
patatús mental irreversible y permanente. Se lo digo porque… No sé
porqué se lo digo. No sé si tendría que tomar apuntes o que me dijera
todo esto por escrito.
—Te entiendo perfectamente querido Sancho; decodificar los
nombres de los actores de todos los textos escritos y firmados por
Cervanpeare es algo denso y necesita conexiones neuronales precisas y
de alta definición. ¡Pasa de todo! Te propongo que te relajes ahora y en
cualquier momento en el que aparezcan los jeroglíficos con los nombres
encriptados. Espera al caballero Alcor que él sabrá explicarlo
primorosamente.
—No sé cómo se las va a arreglar el andalusí para rebelar a los
civilizombis semejante revuelto, porque aunque reconozco que no he ido
a la escuela, al menos no estoy tan cegato ni enchufado a Matrix; las
pocas conexiones neuronales que tenga no estarán al menos interferidas
por la señal imperial que tan fácilmente provoca el miedo, la
incredulidad y la duda.
—Yo tampoco sé cómo lo va a hacer —compartió el caballero— y
seguro que él preferirá ni pensarlo hasta que se presente el momento; si
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