12.05.2013 Views

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

es un estímulo para seguir soportando la insoportable esclavitud de estar<br />

en Civilización.<br />

—¡Qué absurdo! Parece un círculo vicioso, patatero y pueril.<br />

—Hacen lo mismo con las focas d<strong>el</strong> circo cuando giran las p<strong>el</strong>otas<br />

sobre sus narices o con las monas cuando se pintan los labios; las<br />

recompensan con una sardina, un cacahuete e incluso con una onza de<br />

chocolate.<br />

—¡Sí! Pero hasta donde yo sé, una cosa es un cacahuete, otra una<br />

sardina, otra una foca, otra una mona y otra un sapiens.<br />

—Premios, compensaciones, recompensas…; cuando <strong>el</strong> subconsciente<br />

necesita un premio para soportarse, un bombón puede ser una<br />

dulce consolación.<br />

La transcripción de este diálogo recuerda que existe lo patético y<br />

rememora <strong>el</strong> porqué d<strong>el</strong> surgimiento de la tragedia griega: la decadencia<br />

social de la versión imperial Pax H<strong>el</strong>ena. La realidad social de cualquier<br />

decadencia es una tragedia y esta es sólo una palabra.<br />

Entre barruntos y visualizaciones se quedaba la mente de Sancho que<br />

quería volver a quedarse dormido como único remedio para soportar la<br />

realidad. Él sabe que <strong>el</strong> suicidio es algo sobre lo que no tiene <strong>el</strong> poder de<br />

decidir; también sabe que emborracharse aplaza a la insoportable realidad<br />

de Matrix; o sea, la única forma de desconectarse totalmente de la<br />

tragedia vital es durmiendo.<br />

<strong>El</strong> amanecer era pasado porque simultáneamente al diálogo, Gaia<br />

continúa la inexorable órbita que su creador ha armonizado. Se notaba <strong>el</strong><br />

paso d<strong>el</strong> alba por los cantos de los pájaros que iban aumentando<br />

conforme los rayos d<strong>el</strong> sol penetraban por la atmósfera para calentar la<br />

pi<strong>el</strong> de Madre Tierra. Entre trino y trino se escuchó <strong>el</strong> despertar verbal<br />

de Sancho que dijo:<br />

—¿Para cuándo la otra respuesta?<br />

—Al parecer, para ahora.<br />

—¡Ad<strong>el</strong>ante! —dijo <strong>el</strong> escudero sin que sepamos si retaba o invitaba.<br />

—La guerra con la consciencia no debería de estar tan perdida pero<br />

los dioses que lo sabían, patentaron otro de sus mantras favoritos para<br />

que la hegemonía d<strong>el</strong> subconsciente fuera apisonante. De tanto repetir<br />

«no nos dejes caer en la tentación», la conciencia de los civilizombis se<br />

r<strong>el</strong>ajó porque al haber un culpable que les deja caer en la tentación, sus<br />

conciencias se r<strong>el</strong>ajan. ¡Total! si con un par de Padrenuestros y un trío de<br />

Avemarías se solucionan todos los problemas… ¿para qué vale la<br />

195

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!