El César vs. el Estado

—Disculpe mi prisa, pero comprenda que cuando las novedades se
agolpan, quieres saber todo en cuestión de milisegundos.
—Te entiendo perfectamente alter ego y no te preocupes por el
descuido; a cada paso que damos, vas conociendo más aspectos del
camino que estamos andando. Como reconocerás, la indecisión, la prisa
y la dispersión son estigmas que clarifican la vulnerabilidad a la señal que
emite Matrix; cuantas más debilidades te despisten, más influencia
recibes de Matrix.
»Nosotros no tenemos enchufes, somos humanos al 100%, puros
y tradicionales y por supuesto nacimos libres aquí, en el mundo
real, por eso no se puede saber todo en cuestión de milisegundos. Que
seamos o no seamos auténticos hijos de Sión es algo que podré admitir
cuando tenga la certeza de que todo el mundo es capaz de diferenciar lo
auténtico de lo real de manera tan clara a como tú dices que lo haces.
—Le voy a decir con un ejemplo la diferencia entre lo auténtico y lo
real, para que vuesa merced compruebe si digo lo que digo. En el paseo
vespertino de ayer estuvimos hablando de ello y por la noche tuve
tiempo para cavilar en voz baja el significado de las apariencias; quizá
porque las pensaba en silencio es por lo que nadie se ha enterado
todavía. «Auténtico» es lo que en la realidad de Matrix se admite como
verdadero, y «real» es lo que, independientemente del montaje
«Civilización», está sucediendo realmente; unas veces coincide y otras no
tiene nada que ver, como lo de las armas de destrucción masiva en Irak o
la demolición controlada de las Torres Trimelas.
»Estoy utilizando todas las onzas de entendimiento para diferenciar
lo auténtico de lo real y todavía no se ha dado el caso de que me pille en
un renuncio. Que no sepa que el ruido auténtico que producen los
motores de una parejita de cazabombarderos supersónicos no tiene nada
que ver con la extinción real, es un síntoma de desconocimiento, no un
renuncio.
—Si a cada párrafo del discurso esclareces lo que está claro a nivel
teórico, no vas a dejar espacio para que la experiencia compruebe esa
claridad en la práctica. No es lo mismo tener las cosas claras que
comportarse coherentemente con claridad. Tendremos ocasión para
saber si como afirmas, diferencias lo auténtico de lo real y la teoría de la
práctica.
—Conozco el refrán que dice: «Haz lo que digo pero no lo que
hago» —añadió un Sancho desorientado.
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