12.05.2013 Views

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

El César vs. el Estado

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Imagínate que con 16 años y <strong>el</strong> carácter que te he descrito, te<br />

embarcan para Flandes a desposarte con un desconocido que aparte de<br />

putero, era un psicópata soberbio —intentaba <strong>el</strong> caballero Alcor poner<br />

en situación a Sancho.<br />

—De eso quería precisamente hablar —interrumpió <strong>el</strong> escudero para<br />

variar—, de la fecha de vuestra despedida. <strong>El</strong> 20 de agosto de 1496,<br />

Juana de Castilla pasa su última noche en Laredo antes de salir a<br />

esposarse en Flandes. Esa fecha se ha quedado clavada en tu vida para<br />

sincronizar con <strong>el</strong>la en vez de con la salida de <strong>El</strong> Quijote en <strong>el</strong> que la única<br />

fecha que se cronifica es <strong>el</strong> 22 de agosto. Tus manuscritos dicen que don<br />

Quijote me pediría que entregara una carta a su platónica Dulcinea.<br />

—Sancho, para nacer un día en concreto tienes que tener mucha<br />

puntería.<br />

—Ya, ya —dijo Sancho sabiendo como todos que no colaba—, a eso<br />

precisamente me refería, a que no existe la casualidad y Juana de Castilla<br />

debió de causarte algo más que impresión.<br />

—Hablas de una parte de mi vida que la tengo armonizada con la<br />

plenitud de recordarla como vivida; pero siempre pongo la atención a lo<br />

que estoy viviendo en Presente; sabes que ahora se trata de Reb<strong>el</strong>ión y<br />

no de mis amores con esa inolvidable mujer. <strong>El</strong> resto se queda para las<br />

charlas alrededor de una hoguera bajo una noche tan estr<strong>el</strong>lada y serena<br />

que invite a la ensoñación con los recuerdos, y una temperatura tan<br />

templada que invite a las caricias de los suspiros.<br />

—Vos sabréis para quién y dónde guardáis esas historias —dijo <strong>el</strong><br />

escudero en vista de que <strong>el</strong> caballero se quedaba atascado.<br />

—Ahora estoy en Presente así que volvamos a él. De momento<br />

¡fíjate qué espanto de tráfico! Como para acordarme de las tardes que<br />

pasaba con Juana improvisando con la vihu<strong>el</strong>a, <strong>el</strong> kanún o <strong>el</strong> darbuka.<br />

—¿Y qué pasó? —intentó atajar <strong>el</strong> escudero.<br />

Cide Hamete intentó <strong>el</strong> regateo:<br />

—Que nadie podía imaginar las consecuencias que supondría <strong>el</strong><br />

r<strong>el</strong>evo de la dinastía de los Trastámara por la Casa de Austria al frente de<br />

la Monarquía Católica: uno de los mayores cambios en la Historia de<br />

España y si acaso, de toda Europa y d<strong>el</strong> mundo.<br />

»Fíjate qué naturaleza de mujer ya con 20 años, que entendía<br />

perfectamente lo que es la lealtad y la fuerza d<strong>el</strong> cariño. En <strong>el</strong> viaje de<br />

regreso de Flandes a España (octubre de 1501), advertida por <strong>el</strong><br />

embajador de los RR.CC. Gómez de Fuensalida, Juana se niega a dar<br />

737

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!