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Mujeres

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Clarissa Pinkola Estés <strong>Mujeres</strong> que corren con los lobos<br />

Todos aparcan a troche y moche, a la buena de Dios, en los pedregosos collados.<br />

Al mediodía, en el borde de la mesa parece que haya habido un choque en<br />

cadena de miles de automóviles. Algunos aparcan junto a malvarrosas de metro<br />

ochenta de altura, pensando que, para bajar de sus vehículos, bastará con empujar<br />

las plantas. Pero las malvarrosas de cien años de antigüedad son como ancianas<br />

de hierro. Los que aparcan junto a ellas se quedan atrapados en el interior de<br />

sus automóviles.<br />

Al mediodía el sol convierte el lugar en un horno sofocante. Todos caminan<br />

con el calzado recalentado, cargados con paraguas por si llueve (lloverá), sillas<br />

plegables de aluminio por si se cansan (se cansarán) y, si son visitantes, quizá<br />

con una cámara (si les permiten usarla) y unas sartas de carretes de película colgadas<br />

alrededor del cuello como ristras de ajos.<br />

Los visitantes acuden allí esperando mil cosas distintas, desde 10 sagrado a lo<br />

profano. Acuden a ver algo que no todo el mundo podrá ver, una de las cosas más<br />

salva) es que existen, un numen viviente, la Mariposa:<br />

El último acontecimiento del día es la Danza de la Mariposa. Todo el mundo<br />

espera con deleite esta danza de una sola persona. La interpreta una mujer,<br />

pero qué mujer. Cuando el sol se empieza a poner aparece un viejo resplandeciente<br />

con un traje turquesa de ceremonia de veinte kilos de peso. Con los altavoces<br />

chirriando como gallinas asustadas por la presencia de un halcón, susurra<br />

contra el micrófono cromado de los años treinta: "Y nuestra próxima danza será<br />

la Danza de la Mariposa." Después se aleja renqueando y pisándose el dobladillo<br />

de sus pantalones vaqueros.<br />

A diferencia de un espectáculo de ballet en el que en cuanto se anuncia la<br />

pieza se levanta el telón y los bailarines salen al escenario, allí en Puyé, como en<br />

otras danzas tribales, después del anuncio de la danza el intérprete puede tardar<br />

en aparecer desde veinte minutos hasta una eternidad. ¿Dónde están los artistas?<br />

Arreglando su caravana quizá. Las temperaturas de más de cuarenta grados<br />

son habituales y, por consiguiente, tienen que hacerse retoques de última hora<br />

en la pintura corporal cubierta de sudor. Si un cinturón de danza que hubiera<br />

pertenecido al abuelo del bailarín se rompiera camino del escenario, el bailarín no<br />

se presentaría, pues el espíritu del cinturón tendría que descansar. Los intérpretes<br />

tal vez se retrasan porque la radio Taos, KKIT (por Kit Carson) está transmitiendo<br />

una buena canción en "La hora india de Tony Lujan".<br />

A veces un bailarín no oye el altavoz y tiene que ser avisado Por un mensajero<br />

a pie. Y además el bailarín siempre tiene que hablar con sus parientes mientras<br />

se dirige al lugar donde actúa y detenerse sin falta para que sus sobrinos y<br />

sobrinas le puedan echar un buen vistazo. Qué impresionados se quedan los chiquillos<br />

al ver a un gigantesco espíritu Katsina que se parece sospechosamente,<br />

un poquito por lo menos, a tío Tomás, o a una bailarina del maíz que se parece<br />

mucho a tía Yazie. Finalmente, cabe la posibilidad de que el bailarín aún se encuentre<br />

en la autopista de Tesuque, con las piernas colgando por encima de la cal<br />

.1 de una furgoneta de reparto cuyo silenciador tizna de negro el aire a lo largo de<br />

dos kilómetros mientras el viento sopla de cara.<br />

Durante la emocionada espera de la Danza de la Mariposa todo el mundo<br />

habla de las doncellas mariposa y de la belleza de las muchachas zuni que danzaban<br />

ataviadas con un antiguo atuendo negro y rojo que dejaba un hombro al<br />

aire y se pintaban unos círculos de color rosa intenso en las mejillas. También se<br />

alaba a los jóvenes bailarines venado que bailaban con ramas de pino atados a<br />

los brazos y las piernas.<br />

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