26.06.2013 Views

Mujeres

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Clarissa Pinkola Estés <strong>Mujeres</strong> que corren con los lobos<br />

Se decía que cada sentido se encontraba bajo la influencia de una energía de<br />

los cielos. Aplicando todos estos conocimientos a la actualidad, diremos que,<br />

cuando las mujeres que trabajan en grupo hablan de estas cosas, las pueden<br />

describir, explorar y examinar utilizando las siguientes metáforas pertenecientes<br />

al mismo ritual, con el fin de escudriñar los misterios de los sentidos: el fuego<br />

anima, la tierra produce una sensación táctil, el agua otorga el habla, el aire concede<br />

el gusto, la bruma da la vista, las flores dan el oído, el viento del sur da el<br />

olfato.<br />

Por el pequeño vestigio del antiguo rito de iniciación que se conserva en esta<br />

parte del cuento, especialmente la frase en la que se habla de los "siete años", deduzco<br />

que las fases de la vida de la mujer y otras cuestiones tales como los siete<br />

sentidos y otros ciclos y acontecimientos a los que tradicionalmente se atribuía el<br />

número siete, eran objeto de especial atención en la antigüedad y se incluían en<br />

la tarea de la iniciada. Un antiguo fragmento de un relato que me intriga enormemente<br />

procede de Cratynana, una anciana y querida cuentista suaba de nuestra<br />

numerosa familia, quien decía que antiguamente las mujeres tenían por costumbre<br />

irse a pasar varios años a un lugar de la montaña, de la misma manera<br />

que los hombres se pasaban mucho tiempo ausentes, prestando servicio en lejanos<br />

países en el ejército del rey.<br />

Por consiguiente, en la fase del aprendizaje de la doncella en la espesura del<br />

bosque, se produce otro milagro. Las manos le empiezan a crecer poco a poco,<br />

primero como las de una niña. Eso tal vez representa que al principio su comprensión<br />

de todo lo ocurrido es imitativa, como lo es el comportamiento de un<br />

niño de pecho. Cuando las manos le crecen como las de una niña, la doncella adquiere<br />

una comprensión concreta pero no absoluta de todas las cosas. Cuando al<br />

final se convierten en unas manos de mujer adulta, ya posee una comprensión<br />

más práctica y profunda de lo no concreto, lo metafórico, el sagrado camino por<br />

el que ha estado transitando.<br />

Cuando adquirimos un profundo conocimiento instintivo de todas las cosas<br />

que hemos venido aprendiendo a lo largo de la vida, recuperamos las manos de la<br />

plena feminidad. A veces resulta divertido observarnos cuando entramos por primera<br />

vez en una fase psíquica de nuestro proceso de individuación, imitando torpemente<br />

la conducta que desearíamos dominar. Más adelante adquirimos nuestro<br />

propio lenguaje espiritual y nuestras singulares formas personales.<br />

A veces, en nuestras representaciones y sesiones de análisis, utilizo otra versión<br />

literaria de este cuento. La joven reina va al pozo. Mientras se inclina para<br />

sacar agua, su hijo cae al pozo. La joven reina se pone a gritar, aparece un espíritu<br />

y le pregunta por qué no rescata al niño.<br />

—¡Porque no tengo manos! —contesta ella<br />

—Pruébalo —le dice el espíritu y, cuando la doncella introduce los brazos en<br />

el agua para tomar a su hijo. las manos se le regeneran de inmediato y el niño se<br />

salva.<br />

Se trata de una poderosa metáfora de la idea de la salvación del Yo—hijo, del<br />

Yo del alma, del peligro de perderse de nuevo en el inconciente, de olvidar quiénes<br />

somos y cuál es nuestra tarea. En este momento de la vida es fácil rechazar<br />

incluso a las personas más encantadoras, las ideas más atrayentes, la música<br />

más sugestiva, especialmente cuando éstas no alimentan la unión de la mujer<br />

con lo salvaje. Para muchas mujeres, el hecho de no sentirse ya arrastradas o<br />

esclavizadas por todas las ideas o las personas que llaman a su puerta y de ser<br />

en cambio unas mujeres rebosantes de Destino, es decir imbuidas de una pro-<br />

362

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!