La democracia desde los márgenes - Clacso
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<strong>La</strong> <strong>democracia</strong> boliviana y sus (re)significaciones<br />
cracia comunal (Ticona, Rojas y Albó, 1995), <strong>democracia</strong> étnica (Rojas 1994)<br />
o <strong>democracia</strong> del ayllu (Rivera, 1993a). En términos generales, <strong>los</strong> gobiernos<br />
locales y sus sistemas de autoridad funcionaron de manera paralela a las<br />
estructuras del sistema político oficial del Estado boliviano. Estas prácticas<br />
comunitarias, sin embargo, carecían de un estatus jurídico reconocido y “se<br />
han practicado clandestinamente en las comunidades y ayllus” (Entrevista<br />
con Luciano Sánchez, 10/11/09) en una permanente pugna con el Estado, con<br />
el modelo sindical y con el sistema de partidos políticos. Como veremos más<br />
adelante, a partir de la Ley 1551 de Participación Popular de 1994, estas formas<br />
comunitarias de organización cobraron relativa importancia y prevalecieron,<br />
no exentas de graves tensiones con la administración de algunos municipios<br />
con predominante población indígena. Aunque <strong>los</strong> estudios disponibles sobre<br />
estas prácticas locales tradicionales se han centrado en el espacio andino de<br />
Bolivia habitado por quechuas y aymaras (esto es, en las tierras altas), no es<br />
menos cierto que también son ejercidas con sus peculiaridades en las tierras<br />
bajas de Bolivia.<br />
Diremos, para empezar, que la <strong>democracia</strong> comunal, étnica o<br />
de ayllu tiene como marca determinante su estructuración fuertemente<br />
colectiva. En el espacio andino, este tipo de prácticas políticas están<br />
extendidas en ayllus y comunidades tradicionales en las cuales, no obstante,<br />
también se encuentran territorios en <strong>los</strong> que predominan <strong>los</strong> sindicatos<br />
en el nivel organizativo, produciéndose en ese sentido, una conjunción<br />
entre las formas políticas del ayllu y <strong>los</strong> sindicatos 16 . En algunos casos,<br />
como en <strong>los</strong> ayllus del Norte de Potosí, prevalecen complejas estructuras<br />
organizativas tradicionales con tres, cuatro o incluso más niveles; mientras<br />
que en otros, como en ciertas regiones de <strong>La</strong> Paz, las formas de organización<br />
política tradicional se han fusionado con el modelo sindical o sólo existe<br />
la predominancia del sindicato campesino (Ticona, Rojas y Albó, 1995: 47-<br />
78). De ahí que, aquello que se denomina “<strong>democracia</strong> comunitaria”, y que<br />
muchas veces es evocado como una forma política-organizativa homogénea,<br />
presente considerables variantes.<br />
No obstante, si bien la <strong>democracia</strong> comunitaria no está regida por<br />
características plenamente homogéneas, existen algunos elementos comunes<br />
mínimos de funcionamiento: consenso deliberativo a través de asambleas<br />
16 Ticona, Rojas y Albó precisan al respecto: “Este mundo andino no es homogéneo. Aparte de las<br />
diferencias entre el área de habla aymara (buena parte de <strong>La</strong> Paz, Oruro, y Norte de Potosí) y la de<br />
habla quechua, al nivel organizativo debemos distinguir entre la región de ayllus y comunidades<br />
tradicionales y la de sindicatos, con varios subgrupos en cada una de ellas” (1995: 48).<br />
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