legítima defensa (the rainmaker) - john grisham - Juventud ...
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John Grisham Legítima <strong>defensa</strong><br />
–Es trabajo honrado, Deck.<br />
–Eso es golpearse la cabeza contra las paredes.<br />
–Vete a perseguir ambulancias.<br />
Deja la correspondencia sobre la mesa y se retira tan sigilosamente como ha entrado. Respiro hondo y abro un grueso sobre de<br />
Trent & Brent. Contiene un montón de cuartillas por lo menos de cinco centímetros de grosor.<br />
Drummond ha respondido a mis preguntas, denegado mis solicitudes de admisiones y aportado algunos de los documentos<br />
solicitados. Tardaré horas en examinarlo y otras muchas para deducir lo que no ha facilitado.<br />
Son particularmente importantes sus respuestas a mis preguntas. Debo tomarle declaración a un ejecutivo de la compañía y ha<br />
nombrado a un caballero llamado Jack Underhall, de la oficina central en Cleveland. También le he preguntado por los cargos<br />
y direcciones de varios empleados de Great Benefit, cuyos nombres aparecen repetidamente en los documentos de Dot.<br />
Mediante un formulario que me ha facilitado el juez Kipler, preparo una notificación para tomar declaración a seis personas.<br />
Elijo una fecha de la semana próxima, perfectamente consciente de que Drummond no estará de acuerdo. Eso fue lo que hizo<br />
con la declaración de Dot y es la forma habitual de proceder. Acudirá a Kipler, que no se mostrará muy compasivo.<br />
Voy a pasar un par de días en Cleveland, en la oficina central de Great Benefit. No me apetece, pero no tengo otra alternativa.<br />
Será un desplazamiento caro: viajes, hospedaje, comida y relatores del juzgado. Deck y yo todavía no hemos hablado de ello.<br />
Francamente, prefiero esperar a que llegue con un siniestro automovilístico de solución rápida.<br />
Los documentos del caso Black ocupan ya un tercer fichero, que guardo en una caja de cartón en el suelo, junto a mi escritorio.<br />
Lo miro muchas veces todos los días y me pregunto si sé lo que estoy haciendo. ¿Quién soy yo para soñar en una gran victoria<br />
ante los tribunales, para infligir una derrota al gran Leo F. Drummond?<br />
Nunca he abierto la boca ante un jurado.<br />
Donny Ray estaba demasiado débil para hablar por teléfono hace una hora y me dirijo en coche a su casa de Granger. Estamos<br />
a finales de setiembre y no recuerdo la fecha exacta, pero Donny Ray recibió su primer diagnóstico hace algo más de un año.<br />
Dot tiene los ojos irritados cuando acude a la puerta.<br />
–Creo que casi le hemos perdido –dice entre sollozos.<br />
No creí que pudiera tener peor aspecto, pero su cara está todavía más frágil y pálida. Está dormido con las luces apagadas. El<br />
sol se acerca al horizonte de poniente y las sombras forman rectángulos perfectos sobre las blancas sábanas de su estrecha<br />
cama. El televisor está apagado. La habitación silenciosa.<br />
–Hoy no ha probado bocado –susurra Dot mientras ambos le observamos.<br />
–¿Mucho dolor?<br />
–No demasiado. Le he puesto dos inyecciones.<br />
–Me quedaré un rato con él –susurro al tiempo que me instalo en una silla plegable.<br />
Dot se retira y oigo sus sollozos por el pasillo.<br />
Para mí podría estar muerto. Concentro la mirada en su pecho, a la espera de ver cómo sube y baja ligeramente, pero no detecto<br />
nada. Se oscurece la habitación. Enciendo una lamparilla de la mesa junto a la puerta y se mueve ligeramente. Abre y cierra los<br />
ojos.<br />
De modo que así mueren quienes no tienen seguro. En una sociedad repleta de médicos ricos, hospitales impecables, los<br />
aparatos científicos más avanzados y casi todos los ganadores del premio Nobel del mundo, parece escandaloso que se le<br />
permita a Donny Ray deteriorarse y morir sin una atención médica adecuada.<br />
Podían haberlo salvado. Legalmente estaba con toda claridad al amparo de la cobertura de Great Benefit, por dudosa que fuera,<br />
cuando contrajo esa terrible enfermedad. En el momento del diagnóstico, estaba cubierto por una póliza que a sus padres les<br />
había costado un buen dinero. Según la ley, Great Benefit tenía la obligación contractual de facilitarle tratamiento médico.<br />
En un futuro muy próximo, espero conocer a la persona responsable de esta muerte. Puede que no sea más que un subordinado<br />
que obedece órdenes. O el vicepresidente que las pronuncia. Me gustaría tomar una fotografía de Donny Ray en este momento<br />
y mostrársela a esa patética persona cuando finalmente la conozca.<br />
Tose, vuelve a moverse y creo que intenta decirme que sigue vivo. Apago la luz y nos quedamos a oscuras.<br />
Estoy solo y desarmado, asustado y sin experiencia, pero me acompaña la razón. Si los Black no ganan este proceso, nuestro<br />
sistema judicial es injusto.<br />
Se enciende una farola en la lejanía y un rayo de luz perdido que se filtra por la ventana ilumina el pecho de Donny Ray. Ahora<br />
se mueve, sube y baja lentamente. Creo que intenta despertarse.<br />
Ya no viviré muchos más momentos sentado en esta habitación. Contemplo su esquelético cuerpo, apenas visible bajo las<br />
sábanas, y prometo vengarme.<br />
TREINTA Y TRES<br />
El juez está iracundo cuando sube al estrado, con la toga flameando a su alrededor. Hoy se celebra una vista destinada a<br />
resolver sin interrupción multitud de peticiones relacionadas con docenas de casos. La sala está llena de abogados.<br />
Nosotros vamos en primer lugar, porque el juez Kipler está perturbado. Yo he presentado una notificación para tomar<br />
declaración a seis funcionarios de Great Benefit, a partir del próximo lunes en Cleveland. Drummond se ha opuesto alegando,<br />
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