legítima defensa (the rainmaker) - john grisham - Juventud ...
legítima defensa (the rainmaker) - john grisham - Juventud ...
legítima defensa (the rainmaker) - john grisham - Juventud ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
John Grisham Legítima <strong>defensa</strong><br />
necesita hacer una siesta. Le apetece probar la hamaca. Le ayudamos a cruzar el jardín y a acomodarse en la misma. Aunque la<br />
temperatura es superior a los treinta y dos grados, pide una manta.<br />
Nos sentamos a la sombra, tomamos limonada y hablamos de lo triste que está Donny Ray. Le cuento por encima lo del pleito<br />
contra Great Benefit y hago hincapié en mi demanda por diez millones de dólares. Me hace algunas preguntas generales sobre<br />
el examen y luego entra en la casa.<br />
Cuando regresa lleva un sobre en la mano de un abogado de Atlanta y reconozco el nombre del bufete.<br />
–¿Puedes explicarme esto? –pregunta delante de mí, con las manos en las caderas.<br />
Dicho abogado le ha escrito una carta a la señorita Birdie y ha adjuntado una copia de la que yo le había mandado a él. En la<br />
mía le explicaba que yo representaba ahora a la señorita Birdie Birdsong, que me había pedido que redactar–a un nuevo<br />
testamento Y que para ello necesitaba información acerca de los bienes de su difunto marido. En la carta dirigida a ella se<br />
limita a preguntarle si le autoriza a facilitarme dicha información. Su tono parece bastante indiferente, como si se limitara a<br />
obedecer órdenes.<br />
–Todo está por escrito –respondo– Yo soy su abogado, sólo intento obtener información.<br />
–No me dijiste que te proponías indagar en Atlanta.<br />
–¿Qué tiene eso de malo? ¿Qué oculta, señorita Birdie? ¿Por qué tanto secreto?<br />
–El juez decretó secreto de sumario –responde encogiéndose de hombros, como si de ese modo se zanjara el asunto.<br />
–¿Qué contiene el sumario?<br />
–Un montón de basura.<br />
–¿Relacionada con usted?<br />
–¡Cielos, claro que no!<br />
–De acuerdo. ¿Con quién entonces?<br />
–La familia de Tony. Su hermano, que vivía en Florida y estaba forrado de dinero, tuvo varias esposas y un montón de hijos.<br />
Están todos como un cencerro. Hubo una gran pelea sobre sus testamentos, cuatro en total según tengo entendido. No sé gran<br />
cosa al respecto, pero oí decir que cuando todo terminó, los abogados recibieron seis millones de dólares en honorarios. Parte<br />
del dinero fue a parar a Tony, que vivió lo suficiente para heredarlo según la ley de Florida. Él ni siquiera llegó a saberlo,<br />
porque falleció casi inmediatamente. Lo único que dejó fue a una esposa. Yo. Eso es todo lo que sé.<br />
No tiene importancia cómo obtuvo el dinero, pero sería interesante conocer la cantidad heredada.<br />
–¿Quiere hablar de su testamento? –pregunto.<br />
–No. Luego –responde al tiempo que extiende el brazo para coger los guantes de jardinería– Ahora pongámonos a trabajar<br />
Al cabo de unas horas estoy sentado con Dot y Donny Ray en el jardín lleno de hierbajos junto a la cocina de su casa. Buddy,<br />
afortunadamente, se ha acostado. Donny Ray está agotado después de pasar el día con la señorita Birdie.<br />
Es sábado noche y en los barrios residenciales el olor a carbón y carne asada impregna el bochornoso ambiente. Las voces de<br />
los cocineros de jardín y sus invitados se filtran a través de las verjas de madera e impecables setos.<br />
Es más cómodo permanecer sentado y escuchar que hablar. Dot prefiere fumar, tomarse una taza de café instantáneo<br />
descafeinado y de vez en cuando comentar algún chisme relacionado con los vecinos, o con algún perro del vecindario. El<br />
jubilado de la casa de al lado se cortó un dedo la semana pasada con una sierra, y lo menciona por lo menos tres veces.<br />
No me importa. Puedo permanecer muchas horas sentado escuchando. Mi cerebro está todavía aturdido del examen. Necesito<br />
poco para entretenerme. Y cuando logro olvidarme de las leyes, mis pensamientos se centran en Kelly. Debo descubrir una<br />
forma inofensiva para ponerme en contacto con ella. Lo haré, es sólo cuestión de tiempo.<br />
VEINTIUNO<br />
El palacio de Justicia del condado de Shelby es un edificio moderno de doce plantas situado en el centro de la ciudad. La idea<br />
es la de resolver cualquier problema jurídico en un solo centro. Dispone de numerosas salas y despachos para secretarios y<br />
funcionarios. También alberga las dependencias del fiscal del distrito y del sheriff. Tiene incluso calabozos.<br />
El tribunal penal está dividido en diez secciones, diez jueces con sus correspondientes listas de casos. Los pisos intermedios<br />
están abarrotados de abogados, policías, acusados y parientes. Es una jungla impenetrable para un abogado novato, pero Deck<br />
sabe cómo desenvolverse en la misma. Ha hecho algunas llamadas.<br />
Señala la puerta de la cuarta sección y dice que se reunirá allí conmigo dentro de una hora. Entro por la doble puerta y me<br />
siento en el banco de la última fila. El suelo está enmoquetado y los muebles son depresivamente modernos. Los abogados<br />
están apretujados como hormigas al frente de la sala. A la derecha hay una zona reservada a los acusados, donde una docena de<br />
detenidos vestidos de naranja esperan para presentarse por primera vez ante el juez. Una versátil fiscal con un montón de<br />
sumarios busca el correspondiente a cada acusado.<br />
En la segunda fila veo a Cliff Riker. Está muy cerca de su abogado consultando unos documentos. Su esposa no está en la sala.<br />
Entra el juez por una puerta trasera y todo el mundo se levanta. Se despachan varios casos, se reducen o anulan fianzas y se<br />
fijan fechas futuras. Los abogados se consultan brevemente entre sí, asienten y susurran a su señoría.<br />
Llaman a Cliff y éste sube con aire de fanfarrón al estrado. Su abogado lo acompaña con los documentos. La fiscal comunica a<br />
la sala que la acusación contra Cliff Riker se ha retirado por falta de pruebas.<br />
80