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legítima defensa (the rainmaker) - john grisham - Juventud ...

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John Grisham Legítima <strong>defensa</strong><br />

–Está muy descuidado, ¿sabe? En los últimos diez años lo he utilizado para guardar trastos. Pero podemos limpiarlo. Creo que<br />

el agua funciona –dice, me coge de la mano y me conduce hacia el garaje– Habrá que conectarla. No estoy segura acerca de la<br />

calefacción y el aire acondicionado. Hay algunos muebles, no muchos, cosas viejas que no me servían agrega mientras empieza<br />

a subir por la crujiente escalera– ¿Necesita muebles?<br />

–No muchos.<br />

La barandilla tiembla y todo el edificio parece estremecerse.<br />

NUEVE<br />

Se crean enemigos en la Facultad de Derecho. La competencia puede ser atroz. Se aprende a engañar y traicionar, en<br />

preparación para la vida real. Durante mi primer año en la facultad tuvo lugar una pelea a puñetazos entre dos estudiantes de<br />

tercero, que empezaron a insultarse en una competición de juicios simulados. Los expulsaron y luego volvieron a admitirlos.<br />

La universidad necesita el dinero de las matrículas.<br />

Aquí hay unas cuantas personas que realmente me desagradan, y dos o tres a las que detesto. Procuro no odiar a la gente.<br />

Pero en este momento odio al cretino que me ha hecho esto. Aquí se publica una crónica de diversas transacciones jurídicas y<br />

financieras en la ciudad. Se titula The Daily Report e incluye, además de las peticiones de divorcio y otra docena de categorías<br />

esenciales, una lista de los trámites de insolvencia del día anterior. Mi amigo, o grupo de amigos, decidieron que seria<br />

interesante destacar mi nombre de la lista de penalidades, ampliar un fragmento de las peticiones del capítulo siete y divulgar la<br />

noticia por la Facultad de Derecho. Dice lo siguiente: «Baylor, Rudy L., estudiante; bienes: mil ciento veinticinco dólares<br />

(exentos); deudas garantizadas: doscientos ochenta y cinco dólares a la compañía financiera Wheels & Deals; deudas no<br />

garantizadas: cinco mil ciento treinta y seis dólares y ochenta y ocho centavos; acciones pendientes: a) recuperación de una<br />

cuenta deudora por parte de Texaco, b) desahucio de The Hampton; lugar de trabajo: ninguno; representante legal: pro se. »<br />

"Pro se" significa que no puedo permitirme contratar a un abogado y me represento a mí mismo. El estudiante que trabaja<br />

como recepcionista en la biblioteca me ha entregado un ejemplar cuando he llegado esta mañana y me ha dicho que estaban<br />

distribuidos por toda la facultad, e incluso pegados a los tablones de anuncios.<br />

–Me pregunto a quién puede parecerle gracioso –ha dicho.<br />

Le he dado las gracias y me he dirigido rápidamente a mi rincón del sótano, oculto una vez más entre montones de libros y<br />

alejado de rostros conocidos. Pronto terminarán las clases y me marcharé de aquí, lejos de esa insoportable gentuza.<br />

Esta mañana tengo una cita con el profesor Smoot y llego diez minutos tarde. A él no le importa. En su despacho reina el<br />

desorden obligatorio de un intelectual con demasiado talento para estar organizado. Su pajarita está torcida, su sonrisa es<br />

sincera.<br />

Hablamos en primer lugar de los Black y de su disputa con Great Benefit. Le entrego un resumen de tres páginas del caso,<br />

junto a mis ingeniosas conclusiones y procedimientos sugeridos. Mientras lo lee atentamente, yo me dedico a contemplar los<br />

papeles arrugados que hay debajo de su escritorio. Repite una y otra vez que está muy impresionado. Aconsejo a los Black que<br />

se pongan en contacto con un abogado y presenten una alegación de mala fe contra Great Benefit. Smoot está completamente<br />

de acuerdo. Si lo supiera.<br />

Sólo aspiro a su aprobación, eso es todo. A continuación hablamos de la señorita Birdie Birdsong. Le digo que está bastante<br />

bien y quiere un nuevo testamento. Me reservo los detalles. Le muestro un documento de cinco páginas, el testamento revisado<br />

de la señorita Birdie, y le echa una rápida ojeada. Dice que le parece bien y que no ve ningún problema. En la asignatura de los<br />

problemas jurídicos de los ancianos no hay examen de fin de curso, ni obligación de presentar trabajo alguno. Uno se limita a<br />

asistir a clase, visitar a los vejestorios y redactar el resumen de los casos. Smoot te concede un sobresaliente.<br />

Hace varios años que Smoot conoce a la señorita Birdie. Evidentemente es la reina del Parque de los Cipreses desde hace<br />

bastante tiempo y él la ve dos veces todos los años, cuando va de visita con los estudiantes. Hasta ahora nunca había indicado<br />

que deseara aprovecharse de los consejos jurídicos gratuitos, reflexiona, mientras tira de su pajarita. Dice que le sorprende<br />

descubrir que sea rica.<br />

Más le sor–prendería descubrir que estoy a punto de convertirme en su inquilino.<br />

El despacho de Max Leuberg está a pocos metros del de Smoot. Me ha dejado un recado en la recepción de la biblioteca para<br />

decirme que quería verme. Max deja la facultad a fin de curso. Wisconsin le ha concedido dos años para estar con nosotros y<br />

ha llegado el momento de regresar. Probablemente le echaré un poco de menos cuando los dos nos hayamos marchado, pero en<br />

este momento es difícil imaginar cualquier afecto por algo o alguien relacionado con esta facultad.<br />

El despacho de Max está lleno de cajas de cartón. Le sorprendo empaquetando para marcharse y nunca he visto mayor<br />

desorden. Dedicamos unos momentos difíciles a reminiscencias, en un intento vano por recordar la facultad como algo<br />

provocativo. Hasta ahora nunca le había visto tan sumiso. Parece sinceramente apenado de marcharse. Me muestra un montón<br />

de papeles que ha metido en una caja.<br />

–Esto es para usted. Son un puñado de documentos recientes que he utilizado en casos de mala fe. Guárdeselos. Puede que le<br />

sean útiles.<br />

Todavía no he acabado de leer el último montón de material que me entregó.<br />

–Gracias, Max –respondo, con la mirada fija en la caja.<br />

–¿Ha presentado ya la demanda? –pregunta.<br />

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