legítima defensa (the rainmaker) - john grisham - Juventud ...
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John Grisham Legítima <strong>defensa</strong><br />
Esto no es más que una pequeña muestra. Al parecer creían que podían llegar aquí esta mañana, entregarme setenta páginas de<br />
copias informatizadas, aparentemente carentes de significado, y quedarse tan tranquilos.<br />
–No es fácil saberlo –responde en un tono apenas audible–. Si tuviera un poco de tiempo.<br />
–Ha tenido usted dos meses –declara Kipler cerca del micrófono, que funciona a la perfección, en un tono y volumen<br />
sorprendentes–. Y ahora conteste a la pregunta.<br />
Ya han empezado a moverse en la mesa de la <strong>defensa</strong>.<br />
–Quiero saber tres cosas, señor Lufkin –digo–. El número de pólizas en existencia, el número de reclamaciones basadas en<br />
dichas pólizas y el número de reclamaciones denegadas. Todo ello durante el año mil novecientos noventa y uno.<br />
–Si no me falla la memoria –responde después de seguir mirando páginas–, teníamos unas noventa y siete mil pólizas.<br />
–¿No puede usted consultar sus propias cifras y responder con exactitud?<br />
Es evidente que no puede. Finge estar tan inmerso en los datos que no puede responder a mi pregunta.<br />
–¿Y usted es el vicepresidente de reclamaciones? –pregunto con sarcasmo.<br />
–¡Efectivamente! –responde.<br />
–Permítame que le haga otra pregunta, señor Lufkin. ¿Usted cree que estos documentos contienen la información que le he<br />
pedido?<br />
–Sí.<br />
–Por consiguiente, es sólo cuestión de encontrarla.<br />
–Si se calla un momento, la encontraré –exclama como un animal malherido. Acaba de ponerse en evidencia.<br />
–No estoy obligado a callarme, señor Lufkin.<br />
Drummond se levanta con los brazos abiertos.<br />
–Con la venia de su señoría, el testigo intenta encontrar la información.<br />
–Señor Drummond, el testigo ha tenido dos meses para obtener dicha información. Como vicepresidente de reclamaciones, es<br />
de esperar que sea capaz de leer las cifras. No se admite la protesta.<br />
–Olvídese momentáneamente de esas copias, señor Lufkin<br />
–digo–. ¿Cuál suele ser la proporción anual entre pólizas y reclamaciones? Limítese a darnos el porcentaje.<br />
–Habitualmente recibimos del ocho al diez por ciento de reclamaciones respecto al número de pólizas vigentes.<br />
–¿Y qué porcentaje de las reclamaciones acaba por ser denegado?<br />
–Se deniega aproximadamente un diez por ciento del total de reclamaciones –responde.<br />
Aunque de pronto conoce las respuestas, no siente el más mínimo deseo de compartirlas.<br />
–¿Cuál es el valor medio en dólares de las reclamaciones, aprobadas o denegadas?<br />
Se hace una larga pausa mientras reflexiona. Creo que se ha dado por vencido. Lo único que pretende ahora es acabar con el<br />
derrogatorio, abandonar el estrado y salir de Memphis.<br />
–Una media aproximada de cinco mil dólares por reclamación.<br />
–¿Es cierto que algunas de las reclamaciones son solamente por unos centenares de dólares?<br />
–Sí.<br />
–¿Y otras por decenas de millares?<br />
–Sí.<br />
–Por consiguiente, es difícil calcular la media, ¿no es cierto?<br />
–Sí.<br />
–Dígame, estas medias y porcentajes que usted ha citado, nórmales en el sector de los seguros, o únicamente caracos de Great<br />
Benefit?<br />
–No puedo hablar por el sector en general.<br />
–¿Quiere decir que no lo sabe?<br />
–No he dicho eso.<br />
¿De modo que lo sabe? Entonces responda a mi pregunta. le hunden ligeramente los hombros. Lo único que desea donar la<br />
sala.<br />
Diría que son bastante normales.<br />
–Gracias –digo antes de hacer una dramática pausa, consultar momentáneamente mis notas y guiñarle el ojo a Deck, que en<br />
este momento abandona la sala–. Sólo un par de preguntas, señor Lufkin. ¿Le sugirió usted a Jackie Lemancyzk que<br />
abandonara la compañía?<br />
–No.<br />
–¿Cómo calificaría usted su conducta laboral? –Media.<br />
–¿Sabe usted por qué fue degradada de su cargo de encargada decana de reclamaciones?<br />
–Si mal no recuerdo, estaba relacionado con su poco tacto para tratar con los clientes.<br />
–¿Recibió algún tipo de bonificación cuando dimitió? –No. Simplemente dimitió. –¿No fue compensada de ningún modo? –<br />
No.<br />
–Gracias. Su señoría, he terminado con este testigo.<br />
Drummond tiene dos alternativas. Puede interrogar ahora a Lufkin sin preguntas preparadas, o reservárselo para más adelante.<br />
En este momento sería imposible levantar los ánimos de ese individuo y no me cabe la menor duda de que Drummond querrá<br />
retirarlo cuanto antes de la sala.<br />
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