13.09.2013 Views

legítima defensa (the rainmaker) - john grisham - Juventud ...

legítima defensa (the rainmaker) - john grisham - Juventud ...

legítima defensa (the rainmaker) - john grisham - Juventud ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

John Grisham Legítima <strong>defensa</strong><br />

–La pregunta que voy a formularles es la más importante del día –dice con gravedad–. Les ruego que me escuchen con<br />

atención. Esto es esencial –agrega antes de hacer una dramática y prolongada pausa, acompañada de un profundo suspiro. ¿Se<br />

ha puesto alguien en contacto con alguno de ustedes, con relación a este caso?<br />

En la sala reina un silencio sepulcral y sus palabras se posan lentamente después de retumbar en el aire. Era más una acusación<br />

que una pregunta. Echo una ojeada a su mesa. Hill y Plunk me miran fijamente. Morehouse y Grone están pendientes del<br />

jurado.<br />

Drummond permanece unos segundos inmóvil, dispuesto a lanzarse contra el primero que tenga el valor de levantar la mano y<br />

decir: ¡Sí! ¡El abogado de la acusación pasó por mi casa anoche!<br />

Drummond sabe que está a punto de suceder. Está convencido de ello. Extraerá la verdad, nos desenmascarará a mí y a mi<br />

corrupto seudoabogado, solicitará que se me abra un expediente, que se me sancione y finalmente se me expulse del Colegio de<br />

Abogados. El caso se aplazará varios años. ¡Está a punto de suceder!<br />

Pero se le hunden lentamente los hombros. El aire sale lentamente de sus pulmones. ¡Maldita pandilla de embusteros!<br />

–Es muy importante –insiste–. Debemos saberlo –agrega en un tono de desconfianza.<br />

Nada. Ni el más mínimo movimiento. Pero lo miran fijamente y logra que se sientan muy incómodos. Sigue, muchacho, sigue.<br />

–Permítanme que se lo pregunte de otro modo –dice con mucho aplomo–. ¿Alguno de ustedes mantuvo ayer una conversación<br />

con el señor Baylor, aquí presente, o con el señor Deck Shifflet, en esa esquina?<br />

–¡Protesto, su señoría! –exclamo después de levantarme.<br />

¡Esto es absurdo!<br />

Kipler está a punto de saltar del estrado.<br />

–¡Se admite la protesta! ¿Qué se propone, señor Drummond? –exclama frente al micrófono de tal modo que retumban las<br />

paredes de la sala.<br />

–Con la venia de su señoría, tenemos razones para suponer que ha habido intento de manipulación del jurado.<br />

–Claro y me acusa a mí –respondo enojado.<br />

–No comprendo qué está usted haciendo, señor Drummond<br />

–dice Kipler.<br />

–Tal vez deberíamos hablarlo en su despacho –responde<br />

Drummond sin dejar de mirarme fijamente.<br />

–Adelante –exclamo, como si estuviera ansioso por pelear. –Un breve receso –dice Kipler en dirección al alguacil.<br />

Drummond y yo estamos sentados frente a la mesa de su señoría. Los otros cuatro de Trent & Brent están de pie a nuestra<br />

espalda. Kipler está sumamente perturbado.<br />

–Espero que tenga buenas razones –dice el juez dirigiéndose a Drummond.<br />

–Se ha intentado manipular a estas personas –afirma Drummond.<br />

–¿Cómo lo sabe?<br />

–No puedo responderle, pero lo sé con toda certeza. –No juegue conmigo, Leo. Quiero pruebas.<br />

–No puedo dárselas, su señoría, sin divulgar información confidencial.<br />

–¡Bobadas! Cuéntemelo. –Es cierto, su señoría.<br />

–¿Está acusándome a mí? –pregunto. –Sí.<br />

–Se ha vuelto loco.<br />

–Su conducta es un poco extraña, Leo –dice su señoría. –Creo poder demostrarlo –responde afectadamente. –¿Cómo?<br />

–Permítame que acabe de interrogar a los candidatos. La verdad saldrá a relucir.<br />

–Nadie ha reaccionado todavía. –Apenas he empezado.<br />

Kipler reflexiona unos instantes. Cuando este juicio haya concluido le contaré la verdad.<br />

–Me gustaría hablar individualmente con ciertos candidatos –dice Drummond.<br />

Eso no es habitual, pero puede hacerse a discreción del juez.<br />

–¿Qué opina, Rudy?<br />

–Nada que objetar –respondo, con el deseo de que Drummond empiece a interrogar cuanto antes a las personas con las que<br />

supuestamente hemos hablado–. No tengo nada que ocultar –agrego al tiempo que un par de cretinos tosen a mi espalda.<br />

–Muy bien. Está cavando su propia fosa, Leo. Pero no se extralimite.<br />

–¿Qué han estado haciendo ahí? –pregunta Dot cuando regreso a la mesa.<br />

–Cosas de abogados –susurro.<br />

Drummond ha regresado ya junto a la barra y los jurados potenciales le observan con suma suspicacia.<br />

–Como iba diciéndoles, es muy importante que nos digan si alguien se puso en contacto con ustedes y les habló de este caso.<br />

Les ruego que levanten la mano si eso ha sucedido –dice, como un maestro de escuela.<br />

Ninguna mano se levanta. Ningún movimiento. Sólo un montón de personas progresivamente enojadas.<br />

Mueve los pies, se frota la barbilla y mira directamente a Billy Porter.<br />

–Señor Porter –dice en un tono grave.<br />

Billy se incorpora de un brinco y asiente. Se ha ruborizado.<br />

–Señor Porter, voy a hacerle una pregunta directa y le agradeceré que me responda sinceramente.<br />

151

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!