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legítima defensa (the rainmaker) - john grisham - Juventud ...

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John Grisham Legítima <strong>defensa</strong><br />

–Muchísimo más de lo que Tony me había dejado. El caso es que no se lo he contado nunca a nadie. Hasta ahora. ¿Usted<br />

tampoco lo contará, verdad, Rudy?<br />

–Señorita Birdie, como abogado suyo no puedo revelarlo. Mi juramento me obliga a guardar silencio. Se denomina secreto<br />

profesional.<br />

–Estupendo.<br />

–Por qué no le contó lo del dinero a su último abogado?<br />

–En realidad no me inspiraba confianza. Me limité a dictarle las cantidades necesarias para los donativos, sin revelarle la<br />

cuantía del capital. Cuando dedujo que estaba forrada, queda a toda costa que incluyera su nombre en el testamento.<br />

–¿Pero nunca se lo contó todo?<br />

–Nunca.<br />

–¿No le dijo de cuánto disponía?<br />

–No.<br />

Si mis cálculos son correctos, su antiguo testamento contenía donativos por un total de veinte millones como mínimo. De modo<br />

que el abogado conocía la existencia de por lo menos dicho capital, puesto que redactó el testamento. La pregunta evidente es:<br />

¿de cuánto dinero dispone exactamente esta encantadora viejecita?<br />

–¿Piensa decirme de cuánto dispone?<br />

–Tal vez mañana, Rudy. Tal vez mañana.<br />

Salimos de la cocina y nos dirigimos al jardín posterior. Tiene una fuente nueva junto a los rosales y desea mostrármela. La<br />

admiro atentamente.<br />

Ahora lo veo claro. La señorita Birdie es una viejecita rica, pero no quiere que nadie lo sepa, especialmente su familia. Siempre<br />

ha gozado de comodidades en la vida y ahora, como viuda de ochenta años, no despierta sospechas al vivir de sus ahorros<br />

sobradamente adecuados.<br />

Nos sentamos en unos bancos con ornamentos de hierro forjado y tomamos café frío en la oscuridad, hasta que por fin se me<br />

ocurren suficientes pretextos para huir.<br />

Para financiar mi lujoso estilo de vida, durante los últimos tres años he trabajado como barman y camarero en Yogi's, Un<br />

tugurio estudiantil junto al campus. Es conocido por sus suculentas hamburguesas con cebolla y por su cerveza verde el día de<br />

San Patricio. Es un lugar bullicioso, donde no cesa la animación desde la hora del almuerzo hasta la de cerrar por la noche. Las<br />

jarras de cerveza suave y aguada cuestan un dólar durante la «hora del fútbol del lunes por la noche» y dos dólares en cualquier<br />

otra ocasión.<br />

Su propietario es Prince Thomas, un adicto al ron, con cola de caballo, un cuerpo enorme y un ego todavía mayor. Prince es<br />

uno de los personajes más pintorescos de la ciudad, un gran emprendedor a quien le encanta ver su fotografía en el periódico y<br />

aparecer en las noticias de la noche. Organiza peregrinaciones por los bares y concursos de camisetas mojadas. Ha solicitado<br />

permiso municipal para que locales como el suyo puedan permanecer abiertos toda la noche. El municipio, por su parte, le ha<br />

demandado por varios de sus pecados. Está encantado. Basta sugerirle un vicio para que organice un grupo e intente<br />

legalizarlo.<br />

Prince dirige Yogi's con un gran margen de autonomía. Nosotros, los empleados, organizamos nuestro propio horario,<br />

administramos las propinas y trabajamos con escasa supervisión.<br />

Tampoco tiene nada de complicado. Con suficiente cerveza tras el mostrador y abundante carne picada en la cocina, el local<br />

funciona con una precisión asombrosa. Prince prefiere ocuparse del público. Le encanta recibir a las atractivas estudiantes y<br />

acompañarlas a sus mesas. Coquetea con ellas y, en general, se pone en ridículo. Le gusta sentarse a una mesa junto a la gran<br />

pantalla y apostar en los partidos. Es un individuo corpulento con brazos musculosos, que de vez en cuando para alguna pelea.<br />

Hay un lado oscuro de Prince. Se rumorea que está involucrado en juegos de apuestas fraudulentos. Los locales topless<br />

constituyen un comercio floreciente en esta ciudad y sus presuntos socios tienen antecedentes penales. Lo han publicado los<br />

periódicos. Le han juzgado dos veces por administrar apuestas ¡legales, pero en ambos casos el jurado no logró llegar a<br />

conclusión alguna. Después de trabajar para él durante tres años, estoy convencido de dos cosas: en primer lugar, Prince se<br />

embolsa casi todo el dinero de la caja de Yogi's, y en segundo lugar, Prince utiliza Yogi's como tapadera de su pequeño<br />

imperio de corrupción. Lo usa para blanquear dinero y todos los años declara pérdidas, por razones de impuestos. Tiene un<br />

despacho en el sótano, un cuarto bastante seguro desprovisto de ventanas, donde se reúne con sus compinches.<br />

A mí me da exactamente lo mismo. Se ha portado bien conmigo. Gano cinco pavos por hora y trabajo veinte horas semanales.<br />

Nuestros clientes son estudiantes y, por consiguiente, las propinas son pequeñas. Puedo cambiar de horario en época de<br />

exámenes. Todos los días vienen por lo menos cinco estudiantes en busca de trabajo, de modo que me siento afortunado de<br />

tener un empleo.<br />

Y, a pesar de todo lo demás que pueda ocultar, Yogi's es un lugar muy agradable para los estudiantes. Prince lo pintó hace años<br />

de azul y gris, los colores de la Universidad de Memphis, y las paredes están cubiertas de banderines del equipo y fotografías<br />

deportivas. Hay tigres por todas partes. Está a un corto paseo del campus y acuden muchos estudiantes, que pasan horas<br />

charlando, riéndose y coqueteando.<br />

Esta noche está mirando un partido. La temporada de béisbol acaba de empezar, pero Prince ya está convencido de que los<br />

Braves se clasificarán para las finales de la serie. Apuesta por cualquier cosa, pero su sujeto predilecto son los Braves. Poco<br />

importa dónde o contra quién jueguen, quién lance o quién esté lesionado, Prince apuesta siempre por los Braves.<br />

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