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(Mateo 13: 45) = También el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el
mar, recoge de toda clase de peces; (46) que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió
todo lo que tenía, y la compró.
Te dije que no iba a añadirle nada a este verso, pero ocurre que cuando lo estaba escribiendo, el
Espíritu Santo me envió al capítulo 21 del libro del Apocalipsis, y luego de leerlo completo, entendí que,
así como el campo donde estaba aquel tesoro es el mundo, la perla preciosa de este texto, es símbolo
del creyente.
Es ya que en la ciudad santa de Jerusalén, que es la iglesia que viene, cada una de las doce
puertas con una perla cada una, representan a cada una de las tribus de Israel, y por ende al pueblo
genuino de Dios completo. El pueblo genuino, dije; no el montón global religioso informe.
(47) Asimismo, el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge
de toda clase de peces; (48) y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en
cestas, y lo malo echan fuera.
(49) Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los
justos, (50) y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Primero voy a reproducirte textual el comentario que este pasaje presenta en una de mis Biblias
de estudio. Buen comentario, atendible y apto para incorporar a nuestros conocimientos, pero
incompleto según algo que luego te diré.
La parábola de la red, así como la de la cizaña, trata de santos (lo bueno) y pecadores (lo malo)
en una sociedad mixta. Su originalidad consiste en que alude a la responsabilidad de la iglesia de
presentar el mensaje del evangelio delante de toda una sociedad, lo cual atraerá a todo tipo de gente,
algunas de las cuales serán halladas irredimibles por los ángeles al final de los tiempos.
De acuerdo, pero hay algo más. ¿Recuerdas que te hablé de un trabajo nuestro titulado “Como
en los Días de Noé”? Allí enseño respecto a un texto que nos avisa que el tiempo de la venida del Hijo
del Hombre, será como en los días de Noé. Y en otros textos paralelos, nos dice que será como en los
días de Lot en Sodoma y Gomorra.
Y nuestros teólogos, propietarios de tanta revelación los pobrecillos, relacionaron casi todos con
el arrebatamiento de la iglesia a esos textos, sin prestar atención a un leve y mínimo detalle, pero
gravitante y puntual a la hora de las conclusiones:
Tanto en los días de Noé como en los de Lot en Sodoma y Gomorra, el diluvio antes y la lluvia de
azufre y fuego después, no se llevó a los buenos, como se supone que hará el arrebatamiento, sino a
los malos. Y por si te quedan dudas, en ambos casos dice que así, como pasó con los pecadores en
ambos sitios, será la venida del Hijo del Hombre.
Ahora vuelve a leer con atención el verso 49. ¿Qué puedes ver? ¿A quienes te dice que
apartarán esos ángeles, a los buenos o a los malos? A los malos. ¿Y de donde dice que lo harán? De
entre los justos.
¿Y como creemos que lo harán? Usando la Palabra de Dios genuina como espada. ¿Y por qué
creo eso? Porque donde dice ángeles, la palabra es Mensajero. ¿No eres tú uno de ellos? Yo espero
estar siéndolo. No te sonrías. Es muy serio.
(51) Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor.