27.11.2014 Views

Pulsa aquí para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

22<br />

Eso es estar lleno. Por eso en este, mi trabajo ministerial, tengo muchas críticas, muchas<br />

calumnias y muchas injurias, pero ninguna confrontación directa. Nadie se atreve porque mi eje central<br />

siempre es <strong>La</strong> Palabra.<br />

Y no sólo eso; mi ayudador es Dios, porque sin Él jamás podría haber dado siquiera dos pasos<br />

sin tropezar. Y eso es lo que alerta y detiene a quienes suponen que uno anda por la vida como un<br />

oportunista. Si soy minúsculo, quizás se pueda, pero: ¿Si soy realmente un ungido? Nadie quiere correr<br />

<strong>el</strong> riesgo.<br />

Ellos estaban maravillados de la doctrina de Dios. No con palabras; <strong>el</strong> Reino de Dios no es con<br />

palabras; es con demostración d<strong>el</strong> poder d<strong>el</strong> Espíritu Santo. Todos tenemos la capacidad de tenerlo. Lo<br />

que hoy prolifera demasiado abundantemente, son palabras.<br />

Si <strong>el</strong> poder estuviera en los muy buenos discursos, <strong>el</strong> mundo tendría, -por lejos, casi por<br />

escándalo-, mucho más poder que nosotros. Porque <strong>el</strong> mundo tiene exc<strong>el</strong>entes discursos. El problema<br />

les llega cuando tienen que sacar algo de adentro y descubren que están vacíos.<br />

En cambio los nuestros dicen: “¡Satanás! ¡Te vamos a destruir, te vamos a resistir, te vamos a<br />

atar!” Y todo es hablar, hablar y hablar, pero no hay acción ni demostración. ¿Sabes lo que andan<br />

haciendo los demonios por las calles? Andan buscando quien los desafíe. Cuando <strong>el</strong> procónsul vio los<br />

dones d<strong>el</strong> Dios verdadero, creyó.<br />

Voy a decirte algo que te hará pensar. ¿Alguna vez viste un rey? ¿Sí? ¿Por la t<strong>el</strong>evisión, alguno<br />

de Europa o Asia? ¿Has prestado atención a la extraordinaria pompa, protocolo, gala exc<strong>el</strong>sa y<br />

espectáculo multicolor?<br />

Más allá de tu primaria reacción de sorpresa y asombro por lo que supones que es un orop<strong>el</strong><br />

innecesario y hasta ofensivo <strong>para</strong> los más pobres, ¿Crees que se lo merecen? ¿Sí? ¿Por ser reyes,<br />

verdad? Bien. Tú eres Rey. Hijo dilecto d<strong>el</strong> Rey de Reyes y Señor de Señores. ¿Necesitas algo más?<br />

Nadie se atreve a tocar a un embajador. Si alguien toca a un embajador, hay guerra. Cuando se<br />

toca a un embajador, se toca al gobierno, país o reino al cual él representa. Satanás no puede tocar a un<br />

verdadero embajador d<strong>el</strong> Reino si antes no se enfrenta con Cristo.<br />

¡Pero hermano! ¿Y que tenemos que pensar de los miles y miles de cristianos que conocemos<br />

que están…? Basta. No estoy escribiendo esto <strong>para</strong> caerle a mi propia gente. <strong>La</strong> guerra no es contra<br />

carne y sangre, ¿Recuerdas? Es suficiente con que creas que hay principados y potestades.<br />

¿Qué mensaje les mandó a predicar Jesús a los suyos? El Reino de Dios. No predicó<br />

denominación, doctrina o teología filosófica abstracta. Predicó: El Reino de Dios está aquí. Según lo<br />

hacía Él, así los envió a <strong>el</strong>los.<br />

En este lugar es, precisa, puntual y exactamente, en donde Él les da autoridad a sus discípulos<br />

sobre demonios y enfermedades. ¿Acaso <strong>para</strong> que <strong>el</strong>los hagan con eso un espectáculo al que pueda<br />

asistirse con tarjeta invitación o ticket en dólares o euros? Ni lo sueñes.<br />

Escucha: no somos latinos, no somos sajones, no somos ni italianos, ni españoles, ni alemanes,<br />

ni chilenos, ni peruanos, ni mexicanos, ni bolivianos ni argentinos. Somos ciudadanos d<strong>el</strong> Reino de Dios.<br />

No de abajo, sino de arriba. Y no hablo de alturas físicas, hablo de ámbitos superiores.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!