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178<br />

¿Tú crees, por ventura, que hoy a Babilonia le preocupa demasiado lo que podamos estar<br />

diciendo aquí, conjuntamente con otros hombres y mujeres de Dios en <strong>el</strong> planeta? No. Lo que a <strong>el</strong>los<br />

más les preocupa, es que lo estemos haciendo sin su autorización o cobertura.<br />

De allí que él los reunió <strong>para</strong>, -dice- declararles <strong>el</strong> Reino. ¿Y que cosa sería declarar <strong>el</strong> Reino?<br />

Simple. Es plantarse frente a un grupo de r<strong>el</strong>igiosos de alto niv<strong>el</strong> jerárquico y decirles: “Miren, hermanos;<br />

lo que ustedes creen y enseñan, no es la verdad completa. A esa verdad la conozco yo y vengo a<br />

declararla”. ¿De verdad tú crees que <strong>el</strong>los le prestarían oídos?<br />

Por ese motivo, Pablo añadía a su declaración, su testificación. Testificar es afirmar o probar de<br />

oficio algo, con referencia a testigos o documentos auténticos. Deponer como testigo en algún acto<br />

judicial o declarar, explicar y denotar con seguridad y verdad algo, en lo físico y en lo moral. Esto<br />

significa que Pablo decía algo así como: El Reino existe, yo lo he visto. Y así desde la mañana hasta la<br />

tarde. Sintético Pablo.<br />

Luego, como sucede con todas estas cosas absolutamente siempre, algunos creen y otros no.<br />

Los que creen, se suman. Los que no creen, se convierten casi de inmediato en férreos y ácidos<br />

opositores. El por qué hay que inscribirlo en asuntos espirituales.<br />

(25) Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra:<br />

bien habló <strong>el</strong> Espíritu Santo por medio d<strong>el</strong> profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: (26) ve a<br />

este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis; (27)<br />

porque <strong>el</strong> corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyeron pesadamente, y sus<br />

ojos se han cerrado, <strong>para</strong> que no vean con los ojos, y entiendan de corazón, y se conviertan, y yo<br />

los sane.<br />

Sin caer en reproches innecesarios ni críticas agudas o mal intencionadas, me pregunto:<br />

¿Cuántas veces en un mes, alguien con <strong>el</strong> mismo espíritu que Pablo, podría repetir ese mismo texto a<br />

cientos y cientos de personas reunidas en un templo cualquiera de los tantos que existen en <strong>el</strong> planeta?<br />

(28) Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y <strong>el</strong>los oirán.<br />

Pablo, casi por primera vez en su misión mensajera, habla de salvación. El término traducido<br />

como tal, aquí, es soterion, y quiere decir Rescate, liberación, seguridad, entrega, salida, preservación.<br />

Es un vocablo que designa universalmente la salvación cristiana.<br />

Soterion se usa solamente cinco veces. Soteria, la palabra genérica, aparece cuarenta y cinco<br />

veces. Es una palabra d<strong>el</strong> todo inclusiva que significa perdón, sanidad, prosperidad, libertad, seguridad,<br />

rescate, liberación y restauración. <strong>La</strong> salvación de Cristo abarca al ser humano en su totalidad: espíritu,<br />

alma y cuerpo.<br />

(29) Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí.<br />

Y sí; a los fariseos, escribas y dignatarios d<strong>el</strong> judaísmo les encantaba discutir, debatir, inventar y<br />

ejercitar polémicas respecto a la ley y sus interpretaciones. Es exactamente lo mismo que muchos de la<br />

r<strong>el</strong>igión estructural y organizada gustan de hacer en este tiempo.<br />

Cuando me escriben realizándome consultas que, me doy cuenta, encierran alguna especie de<br />

“prueba” o “examen” destinados a encasillarme en alguna de las clásicas corrientes de interpretación<br />

teológica, lo que hago no me gusta porque me parece irrespetuoso, pero igualmente lo hago: no<br />

respondo.

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