Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
85<br />
Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y<br />
no podrán.<br />
Después que <strong>el</strong> padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera<br />
empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: no sé de<br />
dónde sois.<br />
Entonces comenzaréis a decir: d<strong>el</strong>ante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas<br />
enseñaste.<br />
Pero os dirá: os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores<br />
de maldad.<br />
Allí será <strong>el</strong> llanto y <strong>el</strong> crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos<br />
los profetas d<strong>el</strong> reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.<br />
Porque vendrán d<strong>el</strong> oriente y d<strong>el</strong> occidente, d<strong>el</strong> norte y d<strong>el</strong> sur, y se sentarán a la mesa en<br />
<strong>el</strong> reino de Dios.<br />
Y he aquí que hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros.<br />
Esto destroza la idea de los escalafones espirituales, donde se piensa y hasta se enseña y<br />
predica, que aqu<strong>el</strong>los con más tiempo en la iglesia ya se han ganado un sitial de honor dentro de <strong>el</strong>la.<br />
Oye bien: si no eres genuino y conforme al corazón de Dios, mil años sentado en un banco de un templo<br />
no te aseguran ni te garantizan absolutamente nada.<br />
Claro está que esto no tiene que ver con tu salvación, como en más de un caso hemos oído y<br />
hasta enseñado a propósito de este y otros textos similares. Esto tiene que ver con tu ingreso al Reino<br />
de Dios, al Reino de los Ci<strong>el</strong>os.<br />
<strong>La</strong> salvación es por gracia, por simple y misericordioso favor de Dios y, salvo aceptarla y<br />
recibirla, no necesita ningún otro mérito ni esfuerzo de tu parte. Simplemente es algo que Dios ha puesto<br />
a tu disposición. Lo tomas o lo dejas. ¿Pero es que hay quien lo deja? Si, los hay.<br />
Pero <strong>el</strong> Reino de Dios es un acto de valentía, de decisión y de esfuerzo espiritual de tu parte. Te<br />
va en juego mucho y te cuesta algunas cosas de valor <strong>para</strong> la vida humana. ¿Has oído que debes pagar<br />
un precio <strong>para</strong> entrar a ese Reino? Es real, pero no habla de tu salvación, esa no te cuesta<br />
absolutamente nada; habla d<strong>el</strong> Reino.<br />
(Verso 13) = Entonces Jesús dijo al centurión: ve, y como creíste, te sea hecho. Y su<br />
criado fue sanado en aqu<strong>el</strong>la misma hora.<br />
Quien suponga que existe una metodología de sanidad divina, está equivocado. Quien crea que<br />
pronunciando una especie de palabra mágica, una suerte de “abracadabra” evangélico, los <strong>para</strong>líticos se<br />
levantarán de sus sillas, los ciegos verán y los sordos oirán, están equivocados.<br />
Porque esa palabra que Jesús debía decir según lo pedido por <strong>el</strong> centurión, era “Sé sano”. Es lo<br />
que normalmente decía en casos así y todos sabemos que le funcionó de maravillas. Pero aquí se<br />
permitió modificar su rutina, <strong>para</strong> escándalo de muchos r<strong>el</strong>igiosos de doctrina “barrista”.<br />
¿Sabes cual es la doctrina “barrista”? Pues la opuesta a la “anti-barrista”. <strong>La</strong> que supone que<br />
<strong>para</strong> curar una ceguera hay que escupir en <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o, hacer barro y pasarlo por los ojos d<strong>el</strong> ciego <strong>para</strong><br />
que vea. Cualquiera que sane una ceguera de otro modo, corre <strong>el</strong> riesgo de ser tomado por curandero.