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Y cuando alguien llega con la idea de que el más grande sigue siendo Jesucristo, sólo despierta
sonrisas divertidas, ya que –dicen- nadie pone en duda eso, pero que se está hablando de dominios
terrenales. Sin embargo, los hechos nos muestran que no siempre se tiene en cuenta el detalle.
Alguna vez leí un viejo libro que hablaba de las señales a tener en cuenta para acceder al
evangelio, y entre todo ese detalle, se nos enseñaba que hay iglesias tan bien organizadas, tan bien
aceitadas en su funcionamiento, que si un día Dios se va de vacaciones, no se enteran…
(Mateo 18: 1) = En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el
mayor en el reino de los cielos?
Algo así, como: “Pastor: ¿Quién cree usted que es el más importante de la iglesia después de
usted y su esposa?” dudo que algún líder responda esta pregunta. Sabe que si lo hace y da un nombre,
de inmediato se tomará como un legado o herencia de la congregación.
Tú has leído como yo las distintas historias en que se involucraron los discípulos de Jesús, ¿No
es cierto? Y lo has hecho como yo, dejando de lado todo misticismo humano, así que puedo preguntarte
con confianza: ¿Crees que alguno de ellos evidenciaba saber de qué se estaba hablando, como para
dejarlo al frente del ministerio?
Estoy totalmente seguro que en el Reino de los Cielos habrá rangos espirituales bien definidos,
que lejos de representar competencia, representarán justicia. Pero también sé que si algo no habrá allí,
es culto a las jerarquías. Por lo tanto, todo lo que el hombre imagine al respecto, es erróneo.
(2) Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
Presta atención a este detalle. Los niños no andaban detrás de sus mayores en esta clase de
cosas. Ellos se movían por sí mismos y era frecuente verlos corretear y jugar en grandes grupos. Sólo
retornaban a sus casas a la hora de comer o dormir. Eran tiempos mucho más seguros que los actuales.
Entonces, si tengo en cuenta este detalle, debo preguntarme qué estaba haciendo un niño allí,
tan cerca de ellos, lo suficiente como para traerlo y colocarlo en medio de todos como ejemplo a lo que
Jesús iba a decir.
La respuesta es sencilla: estaba oyéndole a Él. Porque para oír la Palabra de Dios genuina, fuera
de toda religión, no hay edades. La iglesia estructural opina lo contrario. Mientras el diablo capta a los
niños con los dibujos animados o juegos de video, la iglesia sigue insistiendo con el ping-pong…
(3) y dijo: de cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el
reino de los cielos.
Por favor, piensa en el Reino de los Cielos como algo que está aquí hoy, ahora, y no a futuro.
Porque así es como funciona. ¿No predicamos que el Reino de los Cielos se ha acercado? ¿Y eso que
significa? Pues exactamente eso, que se ha acercado.
Y si se ha acercado, es porque está aquí y no en un remoto lugar para que tú vayas a visitarlo en
un remoto día. Y observa que es el mismo principio de la conversión. Porque tú no debes ir a buscar a
Jesucristo a ninguna parte para ser salvo; simplemente tú debes aceptarlo.
Desde esa óptica, entiende que cuando se te pide que te vuelvas como niño, no significa que
debas volverte dependiente, lleno de berrinches y de ingenuidades peligrosas, que es lo que se ha
mecanizado al respecto. Se te pide que tengas una confianza simple y una entrega total. Así obra un
niño; sin dobles intenciones, sin intereses personales y, esencialmente, sin malicia.