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¿Por qué hago eso? Por imitación al único que, en nuestro camino de fe, debemos imitar:
Jesucristo. Él jamás debatió, Él jamás discutió sobre conceptos, Él no entró en polémicas. Él tenía
autoridad, que es la misma que nos dejó a todos nosotros, su cuerpo. Está en ti o en mí creerlo y
ponerlo por obra, o no.
(30) Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que
a él venían, (31) predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo,
abiertamente y sin impedimento.
Dos años en una casa alquilada, recibiendo a toda la gente que por diversas causas deseaba
verlo y hablar con él. Compruebo, una vez más, la diversidad de dones y personalidades. Nada que ver
entre Pablo y Jesús, condiciones y conceptos totalmente distintos.
Nota que no invirtió un centavo en comprar esa casa; bastaba con alquilarla. ¿Con que se
pagaría el alquiler? Dios siempre provee. No es necesario pedir limosnas ni manipular emociones y
bolsillos. ¿Y si Dios no llega a tiempo, hermano? Es que te has equivocado.
Fíjate que el término “Reino de Dios” no es tan prominente en el libro de los Hechos como en el
evangelio de Lucas, por ejemplo. Sin embargo, este libro termina, precisamente, con las enseñanzas del
Reino.
Jesús predicó y reveló el Reino, los apóstoles predicaron y revelaron el Reino en los Hechos, y
este libro presenta a Pablo perseverando en la predicación del Reino. Y recuerda que pre-dicar, es
dedicar palabras a la sustancia de los ángeles caídos. Nada que ver con teología sistemática, intelectual
y humanista.
079 - No es Comida ni Bebida
Cuando Pablo escribió la carta a los Romanos, cosa que ocurrió alrededor del año 56 d.C., no
había estado aún en Roma, aunque predicaba el evangelio desde su conversión, que sucedió por el año
35 d.C.
Durante los diez años anteriores había hecho un arduo trabajo en el mundo mediterráneo, pero
ahora estaba acercándose al final de su tercer viaje misionero, como gusta llamarlo la iglesia tradicional.
Esta carta es, por lo tanto, una afirmación madura de su comprensión del evangelio.
La única vez que se menciona la palabra Reino en esta carta, es en el marco del capítulo 14. Es
allí donde, en el contexto de lo que el subtitulado clásico da en llamar como “La Ley del Amor”, podemos
leer algunas conclusiones que acompañan a la que estamos estudiando.
(Romanos 14: 14) = Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo;
mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es.
Es más que notorio que esta mención se realiza por causa de los alimentos. Pablo siempre
sostuvo que los cristianos podían comer todos los alimentos que estuvieran a su disposición, sin que
debieran someterse a las leyes dietéticas del Antiguo Testamento.
Sin embargo, la conclusión en el ámbito espiritual es más abarcativa, mucho más abierta, y nos
da una visión mucho más amplia de lo que se debe o no se debe. Y esto no es poca cosa, ya que por
décadas el pueblo de Dios ha transitado desde la estricta legalidad inquisitiva y una permisividad
cómplice