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Ahora, pues, ¿Por qué te3 detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando
su nombre. Y me aconteció, vuelto a Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un
éxtasis. Y le vi que me decía: date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu
testimonio acerca de mí.
Mira; tú ahora piensa lo que quieras, pero por mi parte, si un hermano, cuando se encuentra
orando, me dice que tuvo una visión en éxtasis, antes de reprenderle demonios, recordaré estas
escrituras.
Entiende: no le hace como ha sido tu formación teológica, ni con que escuela hermenéutica has
estudiado. Ni siquiera si eres un cristiano progresista o conservador. Lo que interesa es lo que la
Palabra de Dios en todo su contexto nos relata.
Y aquí nos dice que Pedro primero, y Pablo después, tuvieron visiones en éxtasis,
inmediatamente luego de orar. ¿Qué hacemos con ellos? ¿Los exoneramos por poseídos del diablo o
creemos que eso es posible?
Te aseguro que tomaré todos mis recaudos para no ser engañado por los demonios, pero
cuando vea a alguien en ese estado, lo primero que haré será prestar mucha atención a lo que diga. Y si
lo que dice es probado por las escrituras, entonces la teología que me enseñaron en mi denominación
evangélica, irá a parar al cesto de la basura. Es menester obedecer a Dios antes que a los hombres.
¿Quieres que te diga lo que significa el vocablo griego éxtasis, que es el utilizado en cada uno de
estos textos que he compartido? Desplazamiento de la mente – Aturdimiento – Asombro – Espanto –
Sobrecogimiento. Es decir que, te agrade o no, lo aceptes o no, eso fue escrito así con la idea de que tú
lo entiendas así. No es culpa de Dios si los teólogos conservadores prefirieron mirar para otro lado.
122 – Sin Miedos, con Vigor
¿Cómo somos, en realidad, en nuestro ser más íntimo? Aprovechadores de todas las ventajas
favorables y evasores de las mínimas responsabilidades; receptores pasivos de cuanto discurso anda
dando vueltas sin perder un mínimo tiempo en comprobarlo con documentos precisos.
Esto siempre me trae a la memoria aquel viejo amigo que conocí en mi primera iglesia, que
cuando escuchó el texto bíblico que decía: El que peca, no peque mas, él entendió lo que quiso
entender y no lo que sonaba, y salió a decir que la Biblia decía que el que peca, que peque, nomás…
También solemos ser denigrantes para con lo que no estamos de acuerdo, castradores para con
los que desean modificar sus conductas, burladores para con los que practican, piensan o creen cosas
que no entendemos e irónicos para todo lo que no nos complace.
Todo esto, tan usual en la raza humana de estas tierras, es total y absolutamente opuesto a la
cultura del Reino de Dios. Porque hay esencias humanas que cuesta bastante entender. ¿O no es raro y
hasta grosero que alguien que escapa a un castigo por una transgresión, sea felicitado por sus amigos
como alguien inteligente y hábil? En mi país sucede, no sé en el tuyo.
Aprende. Ese casi irracional temor a las cosas desconocidas o nuevas, proviene de los libretos
escritos en el infierno. ¿Sabes por qué? Porque algo nuevo, nunca visto antes, no puede venir del diablo
por una simple razón: el diablo no es creador, él apenas es imitador. Así que muy mal podría darte
algo nuevo. Sí puede darte algo antiguo tergiversado. Esa es su máxima habilidad.