27.11.2014 Views

Pulsa aquí para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana

Pulsa aquí para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

159<br />

Pero lo más llamativo de este texto es que dice que recibirán mucho más que lo que han<br />

entregado, aqu<strong>el</strong>los que hayan dejado muchas cosas por <strong>el</strong> Reino, pero lo asombroso es que, entre<br />

esas cosas, figura haber dejado hasta su propia mujer.<br />

Primero: esto, ¿Se cree y se acepta en la iglesia? No me parece. Y si se lo hiciera, ¿Cuántas<br />

críticas recibiríamos? ¿Y cuantas de esas críticas vendrían d<strong>el</strong> mundo secular, d<strong>el</strong> periodismo y cuantas<br />

d<strong>el</strong> seno de la misma iglesia? Es un tema. No puedo opinar, no me siento con suficiente autoridad como<br />

<strong>para</strong> hacerlo. Sólo me viene a la memoria <strong>el</strong> apóstol Pedro.<br />

Sabemos que Pedro era un pescador rudo, impetuoso, pero leal y consecuente con Jesús. Es <strong>el</strong><br />

que se hizo famoso porque lo negó, pero también <strong>el</strong> único que recibió rev<strong>el</strong>ación respecto a quien era<br />

realmente Jesús.<br />

Y también sabemos que tenía suegra, ya que leímos que Jesús le sanó una fiebre, lo que nos<br />

lleva a deducir que era casado. Pero de la mujer de Pedro, la Biblia no habla ni una minúscula letra…<br />

¿Alguien sabe por qué razón? ¡Y no me mires con esos ojos r<strong>el</strong>igiosos! Estoy <strong>leyendo</strong>, no fabricando<br />

doctrina. Y tratando de encontrar misterios escondidos, capaces de destrozar milenarios conceptos.<br />

Y en <strong>el</strong> último párrafo, dice que no solamente habrá de recibir recompensa acorde a lo<br />

postergado en esta vida terrena, sino que también lo hará en la vida eterna futura. Lo curioso es cuándo<br />

dice que será eso: en <strong>el</strong> siglo venidero.<br />

¿Eso significa que entonces, por ejemplo, tú y yo debemos entender que nuestra vida eterna<br />

recibirá glorificación dentro de cien años, en <strong>el</strong> siglo veintidós? ¿Hasta ese tiempo viviremos? Ni lo<br />

sueñes. <strong>La</strong> Biblia nos avala <strong>para</strong> durar un límite de ciento veinte años, pero nosotros y nuestros<br />

comportamientos cotidianos nos encargamos de reducirlo.<br />

Cuando dice siglo, aquí, dice kosmon, esto es: sistema. ¿Y cual será <strong>el</strong> sistema venidero que<br />

reemplazará al actual? El d<strong>el</strong> Reino de los Ci<strong>el</strong>os. ¿Y hoy cual rige? El de la mentalidad babilónica,<br />

ligada al reino d<strong>el</strong> dios de este siglo. ¿Estás entendiendo algo?<br />

(Lucas 19: 11) = Oyendo <strong>el</strong>los estas cosas (Lo que Jesús predica en casa de Zaqueo),<br />

prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y <strong>el</strong>los pensaban que<br />

<strong>el</strong> reino de Dios se manifestaría inmediatamente.<br />

Y después hará la descripción se la llamada “parábola de las minas”. Esta parábola corregirá la<br />

falsa suposición de los fariseos de que <strong>el</strong> Reino de Dios vendría inmediatamente. Jesús da a entender<br />

que su consumación tardaría.<br />

En vista de <strong>el</strong>lo, esta parábola arroja luz sobre la responsabilidad d<strong>el</strong> pueblo de Dios en <strong>el</strong><br />

período intermedio. Era necesario rectificar rápidamente esa concepción equivocada porque, como<br />

Jesús estaba cerca de Jerusalén, su presencia alimentaba anticipaciones que no se iban a cumplir.<br />

¿Quieres saber algo? Todavía andamos en una situación muy parecida a esta. Todavía no se ha<br />

consumado la dirección d<strong>el</strong> Reino de los Ci<strong>el</strong>os, sencillamente porque más de la mitad de la llamada<br />

iglesia, ni lo predica, ni lo presenta, ni lo menciona y vaya uno a saber si cree en él.<br />

Este es <strong>el</strong> tiempo d<strong>el</strong> cambio. Y no lo digo yo porque hoy me he levantado b<strong>el</strong>icoso y con deseos<br />

de armar escándalos r<strong>el</strong>igiosos. Lo digo porque al unísono y con notorias diferencias culturales,<br />

idiomáticas y de toda índole, somos muchos los que hemos recibido la misma directiva.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!