Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Pulsa aquà para seguir leyendo y descargar el ... - La Web Cristiana
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
198<br />
¿Nunca has estado en una clase bíblica sobre los frutos d<strong>el</strong> Espíritu Santo? ¿Sí? ¡Yo también!<br />
¿Y a que no sabes que me enseñaba una hermosa hermana, mayor, con total seguridad y pedagogía?<br />
Que los frutos d<strong>el</strong> Espíritu Santo eran nueve, los que lees en ambos versos, arriba. Y nos los hacía<br />
memorizar porque, -aseguraba- eran básicos <strong>para</strong> funcionar como cristianos.<br />
¿Cómo dices? ¿A ti también te enseñaron lo mismo? ¡Que tremendo! ¡A pesar de las distancias<br />
geográficas que hay entre nosotros! ¡A pesar de las diferencias generacionales! ¡Que coherencia en la<br />
enseñanza! Sí, pero coherencia con algunas imperfecciones.<br />
Porque, fíjate, <strong>el</strong> verso 22 no dice que Los frutos d<strong>el</strong> Espíritu Santo Son tal, tal y tal. Dice que El<br />
fruto d<strong>el</strong> Espíritu Santo, Es. ¿Y eso que quiere decir? Que no va a mencionar todos frutos d<strong>el</strong> Espíritu,<br />
sino a dar a conocer a uno que, por esencia, encierra a los demás.<br />
Por lo tanto, mi amado hermano o hermana que, donde quieras que vivas y cualquiera sea tu<br />
edad calendario, fuiste enseñado en la misma doctrina que fui enseñado yo, al respecto, debo decirte<br />
que El fruto d<strong>el</strong> Espíritu Santo, es <strong>el</strong> Amor.<br />
¿El amor? Sí, y como consecuencia de poseerlo o no, es que podremos acceder o no a las ocho<br />
expresiones restantes. ¿Está claro? Así que no busques tener paciencia o bondad, por ejemplo, si no<br />
tienes amor. ¡Pero hermano! ¡Esto me cambia todo! Mejor así. Lo que no cambia, no crece.<br />
Amor es un término en la Biblia que es traducción de varios otros. En hebreo, en <strong>el</strong> Antiguo<br />
Testamento, por ejemplo, tenemos los siguientes: Ahabah, r<strong>el</strong>acionado con <strong>el</strong> verbo aheb. Se usa <strong>para</strong><br />
expresar: <strong>el</strong> amor de Jacob por Raqu<strong>el</strong>, <strong>el</strong> de David hacia Jonatán, <strong>el</strong> de Ammón a Tamar, <strong>el</strong> amor a los<br />
semejantes, pagado con odio, <strong>el</strong> d<strong>el</strong> amor d<strong>el</strong> esposo a la esposa, en las r<strong>el</strong>aciones humanas y <strong>el</strong> de<br />
Jehová por su pueblo. Luego está Ohabim, que habla de los actos de amor y que en otros textos es<br />
dod.<br />
En <strong>el</strong> Nuevo testamento se traduce “amor” un término griego vocalizado como ágape. <strong>La</strong> palabra<br />
Eros, que no se usa en <strong>el</strong> Nuevo testamento, conllevaba siempre la idea, en mayor o menor intensidad,<br />
de deseo y avidez. Con ágape, se designa <strong>el</strong> amor de origen divino, y tiene que ver con <strong>el</strong> carácter de<br />
ser y sentirse miembros d<strong>el</strong> Reino de Dios. Ese es, en líneas generales, nuestro amor por exc<strong>el</strong>encia.<br />
Ágape designa <strong>el</strong> amor d<strong>el</strong> Padre al Hijo, donde se usa <strong>el</strong> verbo r<strong>el</strong>acionado y pronunciado como<br />
Agapao. También es utilizado <strong>para</strong> expresar <strong>el</strong> amor de Dios al mundo, y contiene una observación<br />
similar a la anterior, o de Dios a los creyentes. Al amor de Dios en nosotros, obrando hacia los demás.<br />
En 1 Corintios 13 se da <strong>el</strong> más completo conjunto de cualidades de este amor. Con <strong>el</strong> vocablo<br />
philantropia, se designa al amor dirigido al hombre. Más exactamente se usa la forma verbal,<br />
designando la acción.<br />
A este respecto, es digno resaltar que la primera mención de amor en la Biblia, es <strong>el</strong> amor de<br />
padre a hijo, de Abraham a Isaac, la segunda mención es <strong>el</strong> amor d<strong>el</strong> esposo hacia la esposa, de Isaac<br />
a Rebeca. Estos dos amores son dos hermosas tipologías d<strong>el</strong> amor.<br />
También lo utilizamos <strong>para</strong> graficar <strong>el</strong> amor d<strong>el</strong> Padre hacia <strong>el</strong> Hijo y <strong>el</strong> d<strong>el</strong> Hijo hacia su Iglesia.<br />
Una afirmación fundamental en las Escrituras es que Dios ES amor. No se trata meramente de uno de<br />
sus atributos, sino que la misma esencia de su ser es amor.<br />
De ahí que <strong>el</strong> pecado tenga como consecuencia división, se<strong>para</strong>ción, alienación. De ahí también<br />
<strong>el</strong> énfasis en centrar <strong>el</strong> comportamiento humano en <strong>el</strong> amor a Dios y al prójimo. Este amor, <strong>para</strong> ser<br />
genuino, tiene que estar fundamentado ante todo en una r<strong>el</strong>ación genuina con Dios, y tiene que provenir<br />
d<strong>el</strong> mismo Dios; las imitaciones no son válidas.