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Es más que claro y notorio que esta clase y naturaleza de amor solamente puede surgir de una
relación viva con Dios ya conocido por medio de Jesucristo. Todo lo que no surja de una relación vital
con Dios no es el amor Ágape descripto en 1 Corintios 13, sino el afecto meramente natural.
1.- Gozo. Placer, alegría, emoción por lo que es apetecible. Desde lo espiritual, el gozo nada
tiene que ver con la alegría simple, ya que es capaz de manifestarse aún en condiciones donde la
alegría no puede expresarse.
2.- Paz. Reconciliación, vuelta a la concordia. Tranquilidad, calma, sosiego del espíritu.
3.- Paciencia. Capacidad para soportar con resignación desgracias, trabajos, ofensas, etc.
Tranquilidad para esperar. Calma para hacer trabajos minuciosos o entretenidos.
4.- Benignidad. Calidad de benigno. Benigno: templado, apacible, comprensivo, indulgente,
afable.
5.- Bondad. Inclinación natural hacia el bien. Amabilidad, suavidad de carácter. Cortesía, favor.
6.- Fe.- Creencia en algo sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la
razón, o demostrado por la ciencia. Certeza de lo que se espera, convicción de lo que no se ve.
7.- Mansedumbre. Cualidad de manso. Manso. De naturaleza apacible y tranquila. Sosegado,
tranquilo.
8.- Templanza. Virtud que consiste en la moderación en los placeres y pasiones.
Estas virtudes son caracterizadas como fruto, en contraste con las obras. Sólo el Espíritu Santo
puede producirlas, y no los propios esfuerzos. Otro contraste es que, aún cuando las obras de la carne
aparecen en plural, el fruto del Espíritu es uno sólo e indivisible, como quedó dicho.
Cuando el Espíritu Santo controla completamente la vida del creyente, produce este resultado.
Las primeras tres conciernen a nuestra actitud hacia Dios, la segunda triada tiene que ver con nuestras
relaciones sociales, y el tercer grupo describe los principios que guían la conducta cristiana.
Acabas de saber que cosas son las que no te permiten ser heredero del Reino de Dios. Y
seguidamente, has tomado conocimiento de los factores que te permitirán vencer aquellos obstáculos y
llegar a la llave que te permita acceder a esa herencia. Ese relato concluye señalando que:
(Verso 24) = Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y
deseos. (Escucha; dice que eso harán los que son de Cristo. Nada que ver con los que van a un
templo, tienen altas dosis de actividad religiosa o cumplen con ritos y tradiciones. Si quieres, puedo
añadirte que todo esto podría estar incluido en una conducta o comportamiento, pero de ninguna
manera es prioritario).
(25) Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
La palabra griega utilizada aquí para andar, (En realidad, es andemos), significa literalmente
“andar junto a”. No es lo mismo que el “andad” que aparece en el verso 16, cuya forma griega se usa
regularmente para designar la acción física de caminar. Andar en el Espíritu, en suma, es andar
siguiendo la ruta que el Espíritu Santo ha abierto.