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Ya son dos. Juan el Bautista y Jesús los que predican que el Reino de los Cielos se ha acercado.
¿Te queda alguna duda respecto a cual es nuestra predicación? Ahora pregunto: ¿Es esto lo que la
iglesia de Jesucristo, como tal, está predicando? No me respondas, sólo piensa.
(Mateo 4: 23) = Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y
predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Es notorio, la historia lo corrobora, que a partir del exitoso ministerio de Jesús en Galilea, su
popularidad creció en gran manera. Y no se trató de un sector de la región; aquí dice que recorrió toda
Galilea. Y si dice que fue toda, eso significa una sola cosa: fue toda Galilea, no una parte.
Aquí encontramos otra enseñanza que también modificará algunos conceptos adquiridos por
nosotros desde las costumbres religiosas. Jesús enseñaba en las sinagogas de ellos y predicaba el
Reino de los Cielos, lo cual nos deja en evidencia que en esos lugares no se lo conocía.
Mira el hoy: ¿Tú me aseguras que en todas nuestras iglesias se conoce al Reino de los Cielos de
manera tal que no haga necesario que se lo predique nuevamente? Además: por cada ministro que llega
a tu iglesia para enseñar, ¿Cuántos llegan a predicar? No entendieron, ¿Verdad?
Pero fíjate que no sólo dice eso, sino también que además de enseñar en las sinagogas y
predicar la llegada del Reino, sanaba las enfermedades y las dolencias del pueblo. Esto lo vemos
confirmado en Marcos 1:39, donde leemos que además de predicar en las sinagogas, allí mismo
echaba fuera los demonios.
¿Eh? ¿Me está diciendo, amado hermano Néstor, que en las sinagogas de ellos había
endemoniados? No te lo estoy diciendo yo, estoy leyendo la misma Biblia que tienes tú en tus manos,
ahora. Y es allí donde dice que los endemoniados eran echados fuera en las sinagogas.
No sé por qué te asombra tanto esto. Es habitual que en las campañas del evangelista argentino
Carlos Anacondia, haya manifestaciones demoníacas en gran parte de la gente asistente. Los que caen
víctima de esas manifestaciones son trasladados a un sector especial donde son liberados de esas
ataduras satánicas por parte de la gente que trabaja en ese tremendo ministerio.
ES particularmente febril y asombrosa la frenética actividad que se desata dentro de esa área
humorísticamente denominada como de “terapia intensiva”. Ah, me olvidaba: la mayoría de los
endemoniados liberados allí, son personas que estaban concurriendo a iglesias cristianas…
Lucas, Por su parte, escribe en su evangelio a la altura del capítulo 4 y verso 15, que Jesús
enseñaba en las sinagogas de ellos, tal como sabemos, y que era glorificado por todos. ¿Y que cosa
es ser glorificado?
Es cuando la gente hace glorioso a alguien que hasta allí no parecía serlo, o reconoce y ensalza
a quien considera glorioso tributándole alabanzas. ¿Entonces le cantaban a Jesús? En absoluto. No
sigas creyendo que alabar es cantar canciones pegadizas. Tal vez lo incluya, pero alabar es algo muy
superior a un tachín tachín afinado.
Estos textos nos están mostrando a un Jesús que también declaró haber venido a predicar el
acercamiento del Reino de los Cielos, y añadiendo a ello la enseñanza, la sanidad física y la liberación
de demonios.
Cuestiones estas que todavía son bastante controvertidas y discutidas en muchas iglesias que
dicen ser cristianas. ¿Por qué razón? Ah, no lo sé; pregúntale a sus líderes y a sus viejos cabezones
teólogos fundadores de las denominaciones.